Ante el debate público existente sobre la quema de carbón en la planta de Applied Energy Systems (AES) en Guayama y el depósito de las cenizas en el vertedero de Peñuelas, varios representantes presentaron una resolución conjunta la realización de un estudio dirigido a determinar si el ambiente alrededor de ambos lugares esta contaminado.

En un comunicado difundido hoy informaron que la iniciativa, la número 52 de la Cámara de Representantes 52, tiene el fin de encomendarle al secretario del Departamento de Salud y a la presidenta de la Junta de Calidad Ambiental, averiguar si la contaminación, en caso de existir, contiene con metales pesados o con otros tipos de sustancias nocivas para la salud y el medio ambiente.

Los representantes José Enrique "Quiquito" Meléndez, Víctor M. Torres González, Juan O. Morales Rodríguez y Samuel Pagán Cuadrado, fueron los encargados de presentar la iniciativa en relación a ambos lugares, situados en el sur de la isla.

Según expresa la medida, desde hace varios años se ha estado debatiendo insistentemente la toxicidad de las cenizas producto de la quema de carbón en la planta de AES situada en el Municipio de Guayama.

A su vez, se refiere a artículos publicados por medios periodísticos que afirman que millones de toneladas de estas cenizas han sido utilizadas como relleno para urbanizaciones, carreteras, solares baldíos entre otros lugares de varios municipios de Puerto Rico.

Indica además que el estudio encomendado a ambas agencias busca ponerle fin a las contradicciones publicadas entre ejecutivos de la AES e informes de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) sobre si las cenizas son tóxicas o no, y si las mismas se debieron haber utilizado para proyectos de infraestructura alrededor de toda la isla.

Según un examen realizado exclusivamente con cenizas de carbón de la planta AES en Guayama, este desecho tiende a liberar metales pesados en concentraciones que exceden hasta 9,000 veces el limite de seguridad permitido por estándares federales, al entrar en contacto con líquidos y suelo.

Adicionalmente, reseña la iniciativa, hay información provista indica que según estudios realizados en Instituciones fuera de Puerto Rico revelaron que el material contenía niveles excesivos de arsénico, boro, cloruro y cromo; también rastros dañinos de litio, molibdeno, selenio y talio.

Otro dato, indican, es la publicación de un estudio realizado por estudiantes de bioestadística y epidemiología de la Escuela de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico el cual reveló un aumento de enfermedades respiratorias en áreas cercanas a la planta en comparación con otros municipios.

Además el estudio habla de que la prevalencia de abortos espontáneos es mayor en el municipio de Guayama a diferencia de otros estudiados.

Por su parte, el representante Meléndez expresó que "estamos sometiendo esta resolución ante la falta de seriedad que le dio la Junta de Calidad Ambiental en el pasado a este asunto. Este estudio buscará disipar cualquier tipo de duda sobre la situación existente".

Es hora, indicó, de "darle de una vez y por todas la información correcta a todos los puertorriqueños que están preocupados por el ambiente que se vive tanto en Guayama como en Peñuelas. Es hora de devolverles su tranquilidad emocional y que se sepa la verdad".