Los exponentes de la cultura puertorriqueña podrían viajar a eventos internacionales sin temor a perder sus empleos en Puerto Rico si finalmente se aprueba un proyecto de ley que pretende establecer lo que se conocerá como la "licencia cultural".

Se trata del Proyecto del Senado 754 del legislador Antonio Fas Alzamora que cobijaría a "empleados públicos y de la empresa privada que representen a Puerto Rico en carácter de artistas, escritores, personal especializado y promotores culturales certificados por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) y el Departamento de Estado en eventos internacionales".

El secretario del Departamento de Estado, David Bernier, explicó que la medida surgió de la combinación de factores. Por un lado, Bernier es amigo cercano del escritor boricua Eduardo Lalo, quien desde hace unos meses se ha mantenido viajando para atender numerosos compromisos que han surgido desde que recibió el Premio Rómulo Gallegos en Venezuela por su novela "Simone".

 De otro lado, como exdeportista de alto rendimiento, Bernier conoce muy bien la licencia deportiva que se le otorga a los atletas para poder competir en eventos internacionales sin el temor de perder sus empleos por ausentarse.

"Eduardo Lalo, un servidor público, empleado de la Universidad de Puerto Rico logra su conquista contra todos los pronósticos y el mundo completo lo quiere en sus países, participando en charlas. Algo que es un activo para el país, pero el sistema no necesariamente reconocía que es participación de él es un activo importante para las cosas que nuestro país quiere y no existían las herramientas", indicó Bernier.

Finalmente Lalo consiguió que la UPR lo reconociera como "embajador cultural" para poder atender esos compromisos. Pero, de aprobarse el proyecto, Lalo espera que para otras personas que se encuentren en una situación similar el proceso se pueda agilizar a través de esta licencia.

"Puerto Rico es un país, cuya riqueza cultural, se ha dado contra viento y marea", expresó Lalo. "Esta iniciativa busca que las oportunidades no se sigan perdiendo".

El ICP y el Departamento de Estado serán los encargados de certificar los "eventos culturales" para los cuales se emitirá la licencia cultural.

El proyecto indica que las personas que soliciten y les aprueben esta licencia podrán "ausentarse garantizándole el empleo sin que se le afecten los beneficios y derechos adquiridos durante el periodo en que estuviera participando en los eventos culturales internacionales".

La licencia sería de un máximo de 30 días laborables. El periodo se podría extender hasta un total de 45 días aplicando un cargo a vacaciones y tiempo compensatorio disponible.

La medida dispone que los violadores de dicha ley se exponen a tener que pagar los daños y perjuicios que se le causen al beneficiario de la licencia, más una suma equivalente al doble de la indemnización concedida y estará obligado a reponerlo en su empleo si hubiese sido despedido.

Por otro lado, Fas Alzamora y Bernier también presentaron el proyecto del Senado 755 que pretende otorgar un "crédito" de promoción en la televisión y radio pública de Puerto Rico a los organizadores de conciertos y eventos artísticos en otros países que contraten a artistas puertorriqueños.

De esta manera, por ejemplo, si un promotor en Colombia contrata a un artista puertorriqueño para presentarse en ese país, en Puerto Rico podrá anunciar el evento en WIPR televisión (canal 6) y radio.

 Así el promotor de ese país le podrá presentar a su gobierno la oportunidad de publicidad cultural internacional y recibir recursos económicos que pueda usarse para darle trabajo a los artistas puertorriqueños.