Mientras en algunas partes del mundo se reglamenta el derecho de tener hijos, aquí se pide casi a gritos que la población continúe reproduciéndose debido al reto demográfico que ha traído la suma de varios factores, como el alta tasa de mortandad en comparación con la baja en nacimientos, sumados al éxodo de niños y de adultos en plena etapa reproductiva.

Según el segundo “Informe de Progreso” (30 de junio de 2018) hecho por el Comité Multisectorial de la “Ley de Reto Demográfico”, más de 431,900 personas emigraron de Puerto Rico, mientras la tasa de mortalidad se mantuvo relativamente constante y la natalidad sigue decreciendo.

Debido a la necesidad de generar un “boom” poblacional, el representante Víctor Parés Otero presentó el proyecto de ley P. de la C. 1695 que busca que los planes médicos cubran los tratamientos para la infertilidad, condición médica que pudiera ser un factor importante para ayudar a combatir esta crisis demográfica.

“Este proyecto surge porque hay un informe que somete el Comité de Registro Demográfico tras una evaluación sobre el problema en cuanto a la demografía. Uno de los factores que indican que pudiera ayudar a que haya más nacimientos es que los planes médicos auspicien el que aquellas parejas que tengan una situación particular con la infertilidad puedan recibir una cobertura de los planes para esta condición médica”, explicó Parés Otero, autor de la medida.

El político del Partido Nuevo Progresista (PNP) estableció que en jurisdicciones como California, las aseguradoras cubren tratamientos de infertilidad, por lo que ve posible que aquí se adopte esa práctica para batallar contra la baja natalidad.

“He recibido muchas llamadas de personas que se encuentran o que han pasado por este proceso. Algunos han logrado tener hijos, mientras otros no han podido, pero me han expresado mucho interés de que se apruebe el proyecto. Entienden que esto podría servir a modo de incentivo para que los padres quieran luchar por tener hijos porque recibirían el apoyo de su plan”, indicó Parés Otero.

A pesar de su optimismo, el representante reconoce que las aseguradoras tendrán su resistencia al proyecto, por lo que ha dialogado con médicos sobre las alternativas que pueden trabajarse como parte del esfuerzo.

“Varios médicos me han dicho que una alternativa es que los planes médicos cubran los medicamentos para estos tratamientos, ya que son muy costosos. Tal vez pongan algún tipo de objeción, pero en el momento que estamos viviendo en Puerto Rico, la baja población es cada día más dramática y es momento oportuno para que las aseguradoras vengan a las vistas públicas y puedan dar su opinión para ver de qué manera ellos puedan aportar para ofrecer algún tipo de opción en sus planes médicos”, sostuvo el representante PNP.

Lo ve con buenos ojos

Por su parte, el director médico de la Clínica de Fertilidad GENES en Hato Rey, Naval José Bracero, quien lleva 15 años en la práctica de esta especialidad, establece que primero hay que reconocer que la infertilidad es una condición médica para poder lograr iniciativas que beneficien a los pacientes.

“Todo lo que nos ayude a curar infertilidad y a reconocer que es una enfermedad va a ser positivo si se puede implementar porque los tratamientos de infertilidad son variados, complicados y se utiliza tecnología que no es tan fácil de explicar a las aseguradoras cuando hay que utilizar una terapia versus otra. La tecnología avanza a una velocidad increíble y lo que ahora mismo pudiera ser una terapia moderna en dos años puede cambiar por algo distinto”, detalló el especialista, quien estima que en Puerto Rico existen aproximadamente 130,000 parejas sufriendo de infertilidad.

A base de su experiencia con las aseguradoras, Bracero entiende que resultaría más viable legislar para que los planes médicos cubran los medicamentos para inducir la ovulación y ciertas pruebas de los diferentes procedimientos de infertilidad.

“Estos medicamentos han aumentado en costo una barbaridad. Cuando empecé mi práctica en la medicina reproductiva el costo de los medicamentos era como un 15% del tratamiento completo, pero ahora cuestan más del 50%”, explicó el doctor. 

Según el especialista, los tratamientos médicos que existen para la infertilidad son la inducción de ovulación, la inseminación intrauterina y la fertilización in vitro con sus distintas variantes. 

El más económico es la inducción de ovulación sencilla, que puede fluctuar entre $100 y $200 por un ciclo, que consta de un mes. 

En cambio, el más costoso es la fertilización in vitro que puede llegar a costar $12,000.

“Hace 15 años ese paciente pagaba $2,500 solo en medicamentos para un procedimiento de fertilización in vitro, pero ahora está pagando $6 mil en los mismos medicamentos. Los medicamentos no han cambiado en 15 años, ni su clasificación, ni la tecnología de investigación detrás de esos medicamentos. Entonces, ¿por qué han aumentado tanto?”, cuestionó el galeno, quien también sugiere que los planes cubran las pruebas diagnósticas, pruebas genéticas, contaje de espermatozoides y los laboratorios “porque tampoco ha cambiado mucho y en otras jurisdicciones lo cubren”.

Determinante el factor económico

Del mismo modo, Nitza Fontánez López, psicóloga quien hizo una investigación sobre fertilidad en parejas puertorriqueñas titulado “El significado de la experiencia de un grupo de parejas heterosexuales, casadas, puertorriqueñas, sin hijos por razones de infertilidad: un estudio fenomenológico”, estableció que parte de los resultados de su investigación marcan como factor clave el impacto económico que sufren las parejas que buscan tratamientos para la infertilidad, máxime cuando estos intentos resultan infructuosos y se convierten en una pérdida tanto emocional como económica. 

“Ese estudio lo culminé en febrero y lo presenté en mayo y cuando vi esta radicación del proyecto, me motivé a llamar al representante porque las parejas que tuve en el estudio tuvieron que prescindir de tener un hijo por no poder tener un plan que le cubriera todos los tratamientos”, dijo la psicóloga.

A modo de ejemplo, la investigadora relató el caso de una pareja que fue parte de su estudio. 

“Ellos se realizaron tres procedimientos de fertilización in vitro y ninguno resultó exitoso. Esto ocasionó diferencias matrimoniales por los gastos excesivos. El deseo de tener un hijo los llevó al borde de la ruina y estuvieron a punto de perder su relación”, detalló la doctora. 

Por tal razón, Fontánez López sugirió “trabajar cubiertas que consideren la infertilidad como condición de salud, estableciendo una política pública para atender el problema”. 

Primera Hora intentó contactar a las principales compañías de seguros médicos del País para una reacción en cuanto al P. del C. 1695, pero solo hubo una declaración escueta de Triple S.

“El proyecto fue radicado recientemente y no hemos tenido oportunidad de analizarlo con el detenimiento que amerita. No obstante, estamos en la mejor disposición de participar en las vistas públicas o cualquier otro foro de discusión que convoque la Asamblea Legislativa para discutirlo”, según SSS.