En el limbo.

Allí parece olvidada la pesquisa sobre el caso de Georgina Ortiz Ortiz, quien fue asesinada en su hogar en el condominio Laguna Terrace en el Condado, San Juan, el 17 de agosto de 2010.

Para el Departamento de Justicia “la investigación sigue abierta”, pero en un pedido reciente de entrevista con el secretario Luis Sánchez Betances el funcionario dijo a través de su portavoz de prensa que “prefiere no emitir más comentarios sobre el caso en esta etapa”.

Se le indicó por escrito que quedaban preguntas en el tintero referentes al proceso que no alteran el curso de la investigación, si es que la hay.

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Específicamente, Primera Hora cuestionó: “¿Que ha hecho nuevo el Departamento de Justicia con relación al caso?”, “¿Qué implica que la ‘investigación sigue abierta’? y “¿Qué seguimiento en específico se le ha dado?”.

También se le quería preguntar al secretario si la fiscal Elba Acevedo, quien tuvo a su cargo el caso contra Aida de los Santos Pineda, continúa asignada a la pesquisa. De los Santos fue declarada no culpable de manera unánime por un jurado.

Ninguna de esas preguntas tuvo respuestas cuando se solicitó la entrevista con el funcionario.

Mientras, para la Policía el caso parece estar enterrado en el olvido.

En el Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan, refirieron las llamadas a la División de Homicidios.

Allí, al teniente que contestó el teléfono se le cuestionó sobre el rumbo de la investigación y contestó lo siguiente:

“¿Pero tú me hablas del caso de la mucama? ¡Es que ella ya salió absuelta!”, afirmó.

Cuando Primera Hora le explicó que en el juicio contra De los Santos desfiló prueba de que al menos dos hombres estuvieron en la escena del crimen y que no habían sido identificados todavía, y se le especificó que se necesitaba información sobre quién tiene asignado el caso y quién tiene la responsabilidad de darle seguimiento, su respuesta fue que llevaba poco tiempo en la división, que tenía que comunicarse con algún sargento y que devolvería la llamada. Eso nunca ocurrió.

En horas de la tarde, otro oficial de la misma división dejó el teléfono en espera por más de ocho minutos, buscando quién contestara las preguntas hasta que finalmente la llamada se cayó.

Minutos después, la extensión de Homicidios timbró más de 30 veces y nadie lo cogió.

Según declararon varios expertos del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), en la escena del crimen se recuperó material genético de dos varones.

Ese material era rastros de piel encontrada debajo de las uñas de la víctima, lo que indica que ella peleó con sus asesinos y trató de defenderse.

También se recuperaron entre las pulseras de la mano derecha de Georgina, y en una de sus manos, cabellos que pertenecían a un hombre. Eran color castaño, y lacios.

Por lo menos, 12 personas tuvieron que someter muestras de su ADN para compararlo con la evidencia recopilada y ninguno de ellos dio positivo.

Entre las personas descartadas figuró el esposo de la víctima, Carlos Irizarry Yunqué, ex juez del Tribunal Supremo.

También se descartó al entonces entrenador personal de Georgina, así como a empleados de mantenimiento del edificio donde residía, y un amigo de Aida, a quien la ex empleada doméstica llamó varias veces la tarde de los hechos.