El Senado aprobó este jueves de manera unánime una medida para solicitar al gobierno estadounidense que atienda con urgencia la situación de los planes de salud Medicare Advantage en Puerto Rico, y que tome las acciones necesarias para evitar que se afecten los servicios médicos que reciben los asegurados en Puerto Rico. 

La Resolución Concurrente 56 busca atajar los efectos que podría tener el anuncio realizado recientemente por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS, en inglés) respecto a un recorte de 11% en las tarifas para los planes Medicare Advantage (MA) el año próximo.

Debido a esa reducción, Puerto Rico podría dejar de recibir más de $1,000 millones anuales, según la exposición de motivos de la pieza. Ello, mientras otras jurisdicciones estadounidenses experimentarán un aumento de esos recursos.

Relacionadas

Durante la sesión legislativa, el presidente del Senado, Eduardo Bhatia, tomó un turno para defender la medida, y destacó que el plan de Medicare se costea con el Seguro Social, que se paga en Puerto Rico igual que en Estados Unidos.

“Sin embargo, cuando llega el momento de compensar a los proveedores de salud de Puerto Rico, se les compensa mucho menos que a los proveedores de salud fuera de nuestra jurisdicción. Es decir, es un discrimen directo a lo que es la compensación por servicios de salud. CMS decidió más temprano este año que iba a reducir en 11% la cantidad de la compensación en Puerto Rico, no así en algunos estados de Estados Unidos donde ha habido aumento de hasta 5 o 6 % en el reembolso”, dijo el líder senatorial. 

“Esto resultaría no solo en $500 millones menos para las salud en Puerto Rico, esto resultaría en una situación horrible (para) muchos envejecientes que dependen de su tarjeta de Medicare para sus servicios médicos”, abundó.

La medida establece, además, en su exposición de motivos que, en la Isla, hay cerca de 730,000 beneficiarios de Medicare, y de esa cantidad, alrededor de 560,000 (70%) están inscritos a un plan de MA.

Los recortes podrían provocar un aumento en los copagos y deducibles, reducciones en las compensaciones a los proveedores de salud, un alza en las primas y una merma en las cubiertas de los planes.

La Cámara de Representantes ratificó la resolución concurrente -también con apoyo unánime- durante la sesión del martes pasado.