En aras de transformar el sistema público de enseñanza, el Departamento de Educación (DE) debe tomar como modelo las escuelas que han resultado ser efectivas al arrojar resultados positivos de aprovechamiento académico, y replicar sus estrategias y planes de trabajo en el resto de la Isla.

Esa fue la recomendación que brindó este jueves la profesora Ana Helvia Quintero, de la Universidad de Puerto Rico (UPR), al insistir ante los miembros de la Comisión Especial para la Transformación Administrativa y Operacional del Sistema de Educación que el énfasis de la discusión se ponga en los aspectos positivos del sistema en lugar de los negativos.

“El proceso de cambio debe iniciarse identificando escuelas y proyectos que han llevado a la práctica componentes de la visión de la enseñanza que interesamos. Son experiencias que nos permiten aprender de la práctica, tanto para diseminar la visión como para refinarla. Partir de experiencias positivas en el sistema también apoya el desarrollo de un ambiente de entusiasmo que tanto necesita nuestro sistema”, subrayó la educadora durante una vista pública en la que estuvo acompañada por otras dos académicas del sistema de la UPR.

Quintero citó un estudio del 2013 en el que participó junto a otros profesores, y mediante el cual se identificaron escuelas públicas de excelencia, y se identificaron las características que comparten entre sí.

Entre los rasgos más significativos que se repiten en esos planteles, destacó el compromiso de la facultad, las altas expectativas de logro de los alumnos, un clima escolar que promueve el aprendizaje, efectividad de dirección, gerencia y liderato, y conexión de los estudiantes con la escuela.

Resaltó, además, que el análisis reflejó que existen escuelas efectivas en poblaciones de escasos recursos económicos en zonas rurales, pero en las áreas urbanas no ocurre lo mismo.

“Junto a los proyectos exitosos que ya existen en el sistema, que sirvan como sede de aprendizaje para otros, se deben identificar áreas donde no hay ejemplos en la práctica del cambio que se necesita. En estas situaciones, es preciso junto a las universidades, fundaciones y grupos comunitarios iniciar investigación en la acción de cómo desarrollar alternativas para atender estas áreas”, subrayó Quintero.

“Un área que he identificado en la cual se necesita construir alternativas es la de una escuela superior exitosa en área de pobreza urbana”, abundó la profesora en el área de matemática.

Quintero resaltó entre las escuelas de excelencia a la Escuela Superior Vocacional Antonio Lucchetti, en Arecibo, que irónicamente fue mencionada durante la vista del miércoles por tres exestudiantes del plantel que habían abandonado el sistema público y habían optado por un modelo alternativo debido a la decepcionante experiencia que tuvieron en esa escuela.

La académica de la UPR insistió en que el DE debe establecer alianzas con diversas entidades que ya han probado tener programas educativos exitosos, y dijo que estos acuerdos son necesarios para darles continuidad a las iniciativas que puedan surgir en el sistema público, de manera que no se frustren con los cambios de Gobierno.

Mientras, la profesora Diana Rodríguez Vega, del Recinto Universitario de Mayagüez, señaló como el principal problema del sistema las múltiples interrupciones que se registran en el período de clases por multiplicidad de factores y circunstancias

A modo de ejemplo, mencionó la celebración de actividades como el Día de la Amistad, el Día de la Puertorriqueñidad, los días del maestro y del estudiante, los viernes en los que solo se ofrecen clases durante mediodía, las constantes ausencias de maestros sin que haya un plan de trabajo alterno para que los estudiantes no pierdan toda la jornada académica, y el creciente ausentismo de estudiantes durante el primer semestre, luego del receso del Día de Acción de Gracias, y durante el segundo semestre después de Semana Santa.

A juicio de Rodríguez Vega, esas interrupciones se han convertido en la “norma” y se han instituido en el sistema sin que nadie las cuestione ni las detenga, lo que atenta contra el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes.

“Tenemos el personal del DE, desde el secretario hasta el conserje escolar, que entiende que esa es la manera en que corre la escuela, y realmente si lo entiende así es porque el estudiante ya no es la razón de ser del departamento”, sostuvo Rodríguez Vega, quien es supervisora de práctica docente en la región oeste.

De otra parte, el presidente del Senado, Eduardo Bhatia, quien también encabeza la comisión especial, pidió formalmente al secretario del DE, Rafael Román, una serie de documentos e información que originalmente solicitó mediante carta el 22 de septiembre, y que todavía no ha recibido.

Entre los datos requeridos a Román, figura el informe del perfil escolar para el año académico 2013-2014, el organigrama de la agencia, el directorio actualizado de la oficina central, sus regiones, distritos y escuelas, así como estadísticas actualizadas sobre el perfil de los estudiantes, de los planteles y el personal docente.