La secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), la licenciada Tania Vázquez Rivera, anunció este sábado que más de 350 embarcaciones hundidas o encalladas fueron removidas de las costas de Puerto Rico, tras el paso de los huracanes Irma y María, lo que constituye una misión sin precedentes.

Los trabajos, solicitados por el DRNA a FEMA en septiembre pasado, se lograron por la intervención de la Guardia Costanera de Estados Unidos, agencia que, junto a Recursos Naturales, intervino, orientó y ayudó a los dueños de embarcaciones en toda la isla.

Según explicó Vázquez Rivera, “esta es una misión nunca antes hecha en Puerto Rico. Con ella se removieron más de 350 embarcaciones que, de otra forma, hubiesen quedado en nuestras costas amenazando ecosistemas sensibles como arrecifes de coral, mangles y hierbas marinas. Estas embarcaciones eran también un peligro para la navegación y tenían un efecto negativo en la industria del turismo, interrumpían estéticamente el paisaje e impactaban marinas, teniendo un efecto sobre la economía y negocios locales.”

“De haber permanecido estas embarcaciones en el entorno costero, eventualmente, se convertirían en escombros que afectarían otros ecosistemas, aumentando la huella de impacto y el daño ambiental,” añadió.

La también presidenta de la Junta de Calidad Ambiental aseguró que “la remoción de una embarcación, no solo elimina la amenaza al ambiente y efecto estético que hace que deprecien las propiedades y el valor turístico, sino que disminuye la posibilidad de que el área se convierta en lugar de depósito ilegal de embarcaciones abandonadas, según han demostrado algunos estudios.”

La funcionaria sostuvo que ‘la cooperación y participación de todas las agencias fue crucial para que la misión fuera un éxito. Todos jugaron un papel importante en el desarrollo e implementación de una misión que, aunque llevada a cabo en otras jurisdicciones, fue única y presento sus circunstancias y obstáculos. Agradezco la ayuda de los técnicos y especialistas del DRNA, así como el de la Guardia Costanera y de las agencias federales.”

La misión se logró en seis meses, luego que las agencias involucradas establecieran un plan de trabajo intenso para identificar atender, categorizar y disponer de las embarcaciones de forma adecuada.

“Lo que se logró va a proteger a los ciudadanos de Puerto Rico, los recursos naturales, la industria del turismo, las pesquerías y la economía local por muchas generaciones”, finalizó.