La reciente emisión de $3,500 millones en bonos que realizó Puerto Rico fue exitosa para el país y logró disipar dos de las principales preocupaciones que tenían las casas acreditadoras sobre el crédito de la Isla, reiteraron este martes los dos principales oficiales del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), el presidente de su Junta de Directores, David H. Chafey, y el presidente interino, José A. Pagán.

Ambos comparecieron hoy ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes, que evalúa el resultado de dicha transacción.

Según Chafey, las dos preocupaciones que influyeron en la degradación del crédito de la Isla que fueron resueltas con esta emisión fueron la falta de liquidez del BGF y la incertidumbre sobre la capacidad de Puerto Rico para acudir a los mercados para obtener financiamiento.

El presidente de la Junta de Directores del BGF agregó que ahora corresponde al gobierno cumplir con su compromiso de aprobar un presupuesto balanceado para el próximo año fiscal y mantener su control del gasto público para recobrar así la confianza del mercado y de estas agencias.

Deberá atender además lo que fue una tercera preocupación, que es el crecimiento de la actividad económica en la Isla, abundó.

Chafey reiteró que esta transacción le otorgó al banco y al gobierno de Puerto Rico entre un año y año y medio de liquidez y tiempo suficiente para adoptar las medidas que se han anunciado para estabilizar el crédito y afirmó que espera que pasen uno o dos años antes que las agencias evaluadoras tomen alguna otra decisión sobre Puerto Rico.

Además, se expresó confiado en que el resultado promueva el crecimiento económico de la Isla. “La transacción disipa una nube y esa nube aguantaba muchas decisiones de empresarios e inversionistas. Va a ser un aliciente en términos económicos”, declaró.

Por su parte el presidente interino del BGF aseguró al presidente de la Cámara, Jaime Perelló, que el banco está ahora en condiciones de evaluar nuevos financiamientos para obra pública bajo los nuevos requisitos legislados que obligan a las corporaciones públicas a garantizar una fuente de repago para cualquier tipo de financiamiento que gestionen.

“No hay que esperar por una emisión (de bonos), ya podemos empezar a financiar”, dijo Pagán.

La misma respuesta ofreció al presidente de la Comisión de Hacienda, Rafael “Tatito” Hernández, quién le interrogó sobre la disponibilidad de financiamiento para los municipios.

Pagán sostuvo que hay dinero para prestarle a los municipios, aunque aclaró que hay varios de ellos con serios problemas deficitarios que tienen que atender. “Tenemos que parar la práctica de algunos municipios de pagar sus deudas con financiamientos del banco. Eso no es sostenible, el dinero se acabó. No podemos seguir financiando déficits”, dijo.

Pagán afirmó, por otro lado, que a pesar del aumento en el tamaño de la emisión, el Estado Libre Asociado mantiene capacidad para emitir deuda bajo el límite constitucional, por aproximadamente $700 millones, y agregó que esa capacidad deberá expandirse significativamente en el año fiscal 2015 si los ingresos que se recauden en el año fiscal 2014 están en armonía con las proyecciones emitidas por el Departamento de Hacienda.

En qué se utilizó el dinero

Según los dos oficiales del BGF, del monto de los $3,500 millones, el ELA recibió como producto neto de la emisión aproximadamente $2,800 millones.

Esa cifra surge luego de deducirse los gastos de la emisión y que se separaran cerca de $423 millones para cubrir el pago de intereses de esta misma emisión por los próximos tres años fiscales.

 Según explicó Pagán, ese dinero fue depositado en una institución bancaria para que generara intereses y permitirá librar al Fondo General de esa carga por ese periodo inicial. Siempre con fecha del 1ro de julio, se pagarán $78 millones en el 2014, $270 millones en el 2015 y $75 millones en el 2016, de esos fondos.

El grueso de los $2,800 millones recibidos, unos $1,900 millones, se utilizaron “para refinanciar ciertas obligaciones que tiene el ELA y sus instrumentalidades con el BGF, incluyendo líneas de crédito utilizadas principalmente para financiar déficits del Fondo General durante el año fiscal anterior y el corriente”.

Otros $342 millones se destinaron para pagar el principal e intereses de un pagaré en anticipación de bonos de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina); aproximadamente $466 millones fueron utilizados para pagar obligaciones del ELA en bonos de interés variable y $90 millones se usaron para pagar “cargos por la terminación de contratos de intercambio de tasas de interés fijo o variable (“interest rate swaps” e “basis swaps”), explicó Pagán.