Como un mecanismo para la implantación del Plan Tennessee en busca de la estadidad para Puerto Rico, el aspirante a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP) Ricardo Rosselló, y su compañera de papeleta, Jenniffer González, presentaron este jueves la composición de una Comisión Estadista que tendría a su cargo adelantar el proceso. 

“El estatus es la raíz del problema en Puerto Rico. No tenemos representación con poder político, no tenemos estabilidad, estamos limitando a nuestra gente. La estadidad provee seguridad y estabilidad política que incentiva la inversión y la creación de empleos, establece paridad en fondos federales. Por ello, he reiterado consistentemente, que cualquier solución que provenga del Congreso, tiene que estar vinculada hacia la descolonización y la estadidad”, apuntó Rosselló en comunicado de prensa.

La comisión integrada por Zaida “Cucusa” Hernández Torres, Orlando Parga Figueroa, Charlie Rodríguez y Carlos A. Colón De Armas, deberá articular un plan estratégico para reclamar la incorporación de Puerto Rico como el estado 51 de los Estados Unidos. 

“Hace dos años, comenzamos un compromiso con el pueblo estadista de trabajar una Agenda Estadista, que incluya el Plan Tennessee, acta de admisión, voto presidencial y otros componentes específicos. Hoy, constituimos una comisión de estatus para encaminar estos pedidos”, explicó Rosselló Nevares.

De acuerdo con la portavoz del PNP en la Cámara, “las reiteradas acciones legislativas del Congreso federal, las posturas oficiales de la Casa Blanca y la jurisprudencia de los tribunales federales coinciden en que Puerto Rico es un territorio colonial”. 

Consideró que la única y verdadera unión permanente con los Estados Unidos, así como la única garantía de la ciudadanía estadounidense y de los privilegios e inmunidades consignados en la Constitución federal, está en la estadidad para Puerto Rico.

“Por eso, emulando otros siete estados de la nación, dirigiremos nuestros esfuerzos para abolir el colonialismo de Puerto Rico mediante el Plan Tennessee”, expresó la portavoz del PNP en la Cámara de Representantes, Jenniffer González.

Se refirió a los siete estados que han logrado su admisión como estado de la nación norteamericana mediante la adopción del Plan Tennessee, entre estos el propio estado de Tennessee en 1796, Michigan en 1837, Iowa en 1846, California en 1850, Oregón en 1859, Kansas en 1861 y Alaska en 1959.

El plan, se explicó, se implementaría desde el comienzo de 2017, al conmemorarse el centenario de la otorgación de la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños. 

Dispondría el reclutamiento de amplios sectores representativos de los puertorriqueños en Estados Unidos y en la Isla; el acopio y la preparación de documentos de apoyo con análisis histórico, constitucional y económico; el diseño de una peregrinación informativa a los principales centros académicos y medios de comunicación de los 50 estados; una programación de enlace a los caucus, asociaciones y frentes laborales representativos de la población nacional; la elaboración de un estudio sobre el impacto de la desigualdad colonial sobre la crisis económica del gobierno y la recesión económica; y la logística para poner en función la versión puertorriqueña del Plan Tennessee ante las ramas ejecutiva y legislativa en Washington D.C. durante el curso del próximo cuatrienio.

La Constitución de la Comisión Estadista de Puerto Rico manifiesta que “sostener el colonialismo, el discrimen, la segregación y la desigualdad bajo la bandera americana, es un contrasentido a los valores democráticos que sostienen a las instituciones de los Estados Unidos y a sus posturas como interventor de la democracia y los derechos civiles a través del mundo”.

“Hoy, el sistema colonial diseñado, creado y sostenido por el gobierno federal, con la colaboración de colonialistas en Puerto Rico, está en quiebra económica, deterioro social e indefensión política como resultado del discrimen y la desigualdad que nos han impuesto durante 64 años con la Ley 600 de 1951, aprobada de manera unilateral por el Congreso para reglamentar las relaciones entre Puerto Rico y los Estados Unidos. El Estado Libre Asociado condena a todos los puertorriqueños a vivir en un estatus colonial, alejados de toda posibilidad de igualdad, privados de una representación plena -con voz y voto- en la Capital Federal”, lee parte del preámbulo del documento que confecciona la Comisión.