El gobernador Ricardo Rosselló hizo hoy un recorrido por algunos de los edificios de la Milla de Oro y estimó en más de un millón de dólares los daños reportados en la zona durante el paro nacional.

El director ejecutivo de la Autoridad de Edificios Públicos, Amílcar González, dijo que desde las 3:30 de la madrugada se activaron empleados de toda la Isla para remozar el área afectada. Además, estimó en $100 mil la movilización de esos empleados que se están concentrando en el área del Tribunal de San Juan.

Alrededor de 250 empleados de Edificios Públicos están a cargo de las labores, que se espera acaben hoy, y la flota de vehículos que tienen en la zona es de 100.

Rosselló tuvo una conversación con el presidente del Banco Popular, Richard Carrión, quien señaló que le preocupó la manera en la que se llevaron a cabo los acontecimientos.

En ese edificio hay cámaras de video que captaron lo sucedido, le dijo el banquero a Rosselló.

“Fueron dos tandas (de violencia). La primera, yo estaba acá arriba; la segunda me guardaron en el piso tres. En la primera yo estaba y la verdad que era impresionante el miedo que tenía la gente. En la primera rompieron 14 cristales”, explicó pausadamente Carrión.

En la segunda ronda “rompieron el resto de los cristales y fue cuando tiraron los artefactos”, continuó informando.

Sobre lo acontecido dijo que “esto habla por sí solo… Esto no nos va a desviar de lo que hemos hecho por 123 años”, agregó.

Por su parte, Edwin Magraf, encargado del edificio UBS, estimó preliminarmente los daños estructurales en $50 mil.

En este edificio rompieron cristales hasta en el octavo piso.

“Nosotros pensamos que usaron proyectiles”, dijo al explicar que de esa manera pudieron lanzar piedras hasta arriba del edificio.

Mencionó que ayer había pocos empleados en la estructura, pero hoy están todos laborando.

Durante el recorrido que duró poco más de una hora, el gobernador visitó el edificio Seaborne, donde están las oficinas de la Junta de Supervisión Fiscal, cruzó y llegó al vestíbulo del Banco Popular y estuvo en las afueras del edificio UBS.

Siempre estuvo rodeado por personal de seguridad, aunque cualquier se le acercaba, lo saludaban y se tomaban fotos.

Rosselló tuvo la oportunidad de hablar con Shaira Martínez, supervisora del negocio La Hacienda, quien le confesó que sintió mucho miedo durante los sucesos de ayer. “Me dio mucho miedo cuando vi a estas personas lanzando objetos. Tuve que cerrar la tienda, no pudimos salir por un buen rato. Se veían cristales rotos, la policía que tenía que protegerse unos a otros. Los cristales cayéndose, tuvimos mucho temor, mucho miedo. A una empleada le subió la presión”, detalló.

Al finalizar Rosselló reiteró que iría contra los criminales.

Mientras calificó de irresponsable establecer una conexión entre los hechos violentos de ayer y la Policía.

“Algunos líderes están tratando de hacer (la conexión) de que ellos (los policías) incitaron la violencia. Eso es falso. Indigna al pueblo de Puerto Rico después de ver el trabajo que la Policía hizo aquí”, sostuvo.

Reiteró que aún los organizadores del evento “no han asumido la responsabilidad por la violencia, por lo ocurrido aquí y el pueblo de Puerto Rico los tiene retratados”.

Sobre el que algunos uniformados tuviesen camisas alusivas al paro, tanto Rosselló como la superintendente, Michelle Hernández, negaron que allí hubiese agentes encubiertos.

Hernández dijo que ayer estaban trabajando allí agentes de todas las divisiones.

Junto al gobernador se encontraban en el recorrido la superintendente de la Policía, que agradeció todo el apoyo que se le ha dado a la Uniformada, y el secretario del departamento de Recreación y Deportes, Waldemar Volmar Méndez.