Aunque una gran parte de los legisladores del Partido Nuevo Progresista (PNP), incluyendo al Presidente del Senado, se oponen rotundamente a la eliminación de la Ley 80, el Gobernador aseguró que no está en sus planes generar un plan b porque “este es el acuerdo y todo el mundo lo debe de comprender”.

Y es que según confirmó Ricardo Rosselló Nevares durante una conferencia de prensa celebrada hoy en Arecibo, si no se deroga la Ley 80 los acuerdos que acordó con a la Junta de Supervisión Fiscal quedarían nulos. Es decir, si optan por dejar intacta la Ley 80, se trastocaría el bono de navidad para el sector público y privado y los días por enfermedad y vacaciones.

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“Se elimina la Ley 80 sí, pero se garantiza el bono de navidad, se garantiza los días de vacaciones y los días por enfermedad. Además nos permite tener más dinero para invertir en los municipios. Nos permite mitigar el impacto a la Universidad de Puerto Rico añadiéndole $25 millones y nos permite invertir en áreas de transformación del gobierno. Reconociendo que esta es una negociación que no es perfecta,  todavía reitero mi invitación para que se lleve a cabo este acuerdo y podamos pasar al próximo paso. Mi expectativa es que tomen una decisión a favor del pueblo de Puerto Rico”, dijo Rosselló Nevares.

A pesar de que no existe un estudio que desglose cómo la derogación de la Ley 80 beneficiaría económicamente al gobierno, el gobernador aseguró que según los miembros de la Junta y sus economistas, la eliminación de la ley dejaría entre $200 a 300 millones adicionales al año (el 0.2% - 0.3% del Producto Nacional Bruto). Además, Rosselló Nevares estuvo de acuerdo con que se lleve a cabo el estudio junto a economistas y expertos en el tema.

“Entiendo que cuento con el apoyo del pueblo de Puerto Rico. Yo hago mis desiciones a base de ello. He admitido que esta negociación no es perfecta, pero sí va en los mejores intereses del pueblo”, concluyó el gobernador.