La decisión de Estados Unidos de restablecer relaciones diplomáticas con Cuba, representa “el principio del fin de una política de prepotencia y de agresión contra Cuba por más de cincuenta años”, opinó hoy, miércoles, el presidente del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos Martínez.

El líder independentista, además, opinó que la histórica decisión “tendrá trascendentales consecuencias en la América Latina y el Caribe”.

“Ya comenzó la rectificación respecto a Cuba. Ahora falta la rectificación respecto a Puerto Rico”, sentenció Berríos Martínez en un comunicado de prensa.

“En Cuba el aislamiento no funcionó. En Puerto Rico el colonialismo no funciona”, agregó el exsenador.

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“El Presidente (Barack) Obama ha rectificado la posición de su gobierno porque la posición norteamericana respecto a Cuba -siempre contraria a los intereses de Cuba- es también contraria a los intereses de Estados Unidos.

En Puerto Rico el colonialismo es contrario a los intereses de Puerto Rico y también a los de los Estados Unidos”, argumentó.

Berríos Martínez recordó que Obama ha señalado que hay que "dejar atrás el legado del colonialismo". Por eso, aprovechó el momento de reacciones en torno al cambio de política con Cuba, para recalcar que “cónsono con ese postulado, debe liberar a Oscar López y alterar radicalmente su política colonialista respecto a Puerto Rico”.

“Hoy más que nunca tengo la firme convicción de que muy pronto Puerto Rico se va a descolonizar y que seremos dueños de nuestro propio destino”, concluyó.

Sobre el caso del preso político puertorriqueño Oscar López, líderes del PIP, sin embargo, se han pronunciado pesimistas. Entienden que la falta de beneficio económico o político para Estados Unidos no favorece avances en el excarcelamiento del boricua, tal y como ha ocurrido en La Habana con el estadounidense Alan Gross, a cambio de la libertad de tres cubanos.

El secretario de Relaciones con Estados Unidos del PIP, Manuel Rodríguez Orellana, señaló a la Agencia Efe que la falta de un beneficio electoral o económico para la Administración de Barack Obama y el desconocimiento entre los hispanos en Estados Unidos del caso de López puede ser el motivo de la falta de avances en el caso de este último.

López de 71 años, oriundo de San Sebastián, fue detenido en 1981 y condenado a una pena de 55 años de cárcel por conspiración sediciosa, entre otros delitos, a los que se añadieron posteriormente otros quince años en 1987 por un intento de fuga.

Orellana consideró que en el caso de Gross, encarcelado en diciembre de 2009 cuando trabajaba en Cuba como contratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), puede haber influido el interés de Washington por no quedarse atrás en futuros acuerdos comerciales con Cuba y la repercusión electoral que puede tener cualquier gesto hacia el país caribeño.

"No tengo confianza en el avance del caso López a raíz de este anuncio porque no hay votos que canjear", opinó Orellana en declaraciones a EFE.