La Asociación de Hoteles y Turismo de Puerto Rico (Prhta, por sus siglas inglés) aplaudió hoy, martes, la aprobación de la legislación que impone nuevas regulaciones a las llamadas máquinas de entretenimiento para adultos.

“Ante la histórica dejadez de Hacienda en fiscalizar estas máquinas, acogemos con esperanza que la jurisdicción y responsabilidad de coordinar los esfuerzos de fiscalización recaiga en la Compañía de Turismo de Puerto Rico, el ente gubernamental que sufre directamente las consecuencias de la operación ilegal de las máquinas”, sostuvo el presidente de la entidad, Ismael Vega.

 "Hoy queremos reconocer a los integrantes de la Cámara de Representantes y al Senado de Puerto Rico por haber aprobado los referidos cambios", agregó Vega en declaraciones escritas.

Resaltó la Asociación entre los cambios incluidos en el nuevo estatuto la transferencia de jurisdicción sobre las maquinas del Departamento de Hacienda a la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR), la imposición de penas más severas por la otorgación de premios en efectivo y por permitir a menores utilizar las máquinas.

También reconoció la entidad la disposición que limita a ocho la cantidad de máquinas que puede operar un establecimiento “evitando así la proliferación de mini-casinos”.

Recordó Vega que sobre el 80% del presupuesto total de la CTPR depende de las máquinas tragamonedas de los casinos en los hoteles y que estos recursos se destinan al pago de gastos operacionales, contratación de servicios con fines turísticos y esfuerzos de promoción y mercadeo del destino.

 "La directora ejecutiva de la CTPR, Ingrid Rivera ha sostenido en varios foros, que los datos históricos de la Compañía reflejan claramente una correlación entre el aumento de las mencionadas máquinas ilegales y la pérdida de los recaudos producto de los ingresos generados por los juegos de azar”, indicó.

La presidenta del Comité de Casinos de la PRHTA, Marisel Meléndez, declaró por su parte que "los cambios aprobados proveen un fuerte marco regulatorio contra la operación de estas máquinas por parte de menores, ya que se prohibe la operación de máquinas en lugares accesibles a estos como tiendas por departamentos, farmacias, panaderías, y supermercados, entre otros. Además, establece una multa fija de $10,000 al operador o dueño que resulte culpable de permitir jugar a menores de edad".