Ricardo Rosselló le montó a Pedro Pierluisi la asamblea que el Partido Nuevo Progresista (PNP) rechazó celebrar durante la convención de la colectividad de este próximo fin de semana, movida que confirma cuán dividida está la Palma a dos años de las elecciones.

Esta vez Pierluisi no se quedó callado.

Dio a entender que a Rosselló lo motivan “las ambiciones personales”  y advirtió que en el PNP se resiente que “esas ambiciones” se utilicen en menoscabo de la institución y del ideal de la estadidad.

Rosselló planteó ayer que a la “asamblea de pueblo” del día 5 de octubre están invitados todos los estadistas, incluso Pierluisi, y que el tema del evento será el status; que su intención es llenar un vacío en la discusión sobre el futuro político de la Isla, que quien único se ocupa de llenarlo ahora mismo es el  Partido Popular Democrático.

Pierluisi arremetió fuerte contra la asamblea de Rosselló catalogándola como un  evento que le hace el juego al PPD, desviando la atención de los asuntos fundamentales que deben discutirse en el país. “Este es el momento de mantenernos firmes y unidos”, dijo.

Al desautorizar la asamblea del 5 de octubre, el Comisionado Residente en Washington llamó a sus organizadores a “la reflexión”.

“Nuestra gente sabe que en política hay personas con ambiciones individuales, pero también resiente el que estas se utilicen en menoscabo de la institución y del ideal. Ningún interés personal está por encima de la colectividad y nuestro ideal”, expresó.

“Yo no creo que sea una asamblea… quizás sea una reunión o un mitin”, dijo el secretario del PNP, José Aponte, quien insistió en que el tema del status no estará ausente en la Convención; que sí será discutido.

La  Junta estatal del partido se va a reunir el  domingo en la mañana y allí se hablará también sobre el futuro político de la Isla.

Al interior del PNP el anuncio de la asamblea de Ricky Rosselló dio pie a toda suerte de reacciones, a favor y en contra de la actividad.

“Eso es una insensatez y un disparate. En qué cabeza cabe que quieran hacer esto por encima del partido; dividiendo al PNP. Están poniendo en peligro el triunfo del Partido Nuevo Progresista en las elecciones de 2016… La institución hay que respetarla”, dijo el ex candidato a la vicepresidencia de la colectividad Roberto Mejill.

La senadora Margarita Nolasco coincidió con Ricardo Rosselló en la necesidad de reunir a todos los novoprogresistas alrededor del tema ideológico.  “Todo lo que se haga para adelantar la estadidad tiene que ser bienvenido”, dijo.

Jenny Rivera, presidenta de las organizaciones de servidores públicos del PNP, anticipó que ella no va a asistir a la asamblea porque respeta a su partido, “y el partido va por encima de todo”. 

“Esto lo están haciendo para medir fuerzas… solo para eso”, sostuvo.

La representante María Milagros Charbonier hizo hincapié en que Pierluisi participe en la “asamblea de pueblo” porque el PNP tiene que enviar un mensaje contundente a favor de la estadidad “y no uno a medias”.

Manzana de la discordia: la organización de los servidores públicos

Ayer también “explotó” otra controversia que mantiene en estado de tensión a los bandos de Pedro Pierluisi y de Ricardo Rosselló: la organización de los servidores públicos adscritos al Partido Nuevo.

El bando de Rosselló inscribió en el Departamento de Estado una organización que se llama  Servidores Públicos Progresistas y José Aponte dijo que esta es la primera vez que una cosa como esa ocurre, que una organización paralela utilice el mismo nombre con que el PNP identifica a su grupo.

La presidenta de la organización oficial, Jenny Rivera, indicó en una  entrevista separada que la organización paralela celebró su propia asamblea, tiene una junta,  tiene su propio programa de radio y también está recogiendo dinero. 

“¿Tú sabes lo que cuesta un programa de radio?”, cuestionó.

Margarita Nolasco  recordó ayer que Pierluisi y Luis Fortuño, cuando ambos eran candidatos,  autorizaron una creación de una organización de empleados públicos distinta a la del partido y no hubo ningún revuelo.

Esa justificación Rivera la rechazó señalando que aquel grupo no tenía el mismo nombre que el del PNP y sus miembros también participaban de las actividades del órgano oficial.

“A ellos (a los miembros de la organización paralela) les prohíben participar de mis actividades”, aseguró Rivera, quien advirtió que esta situación está socavando al ente institucional porque inclusive le han dado instrucciones a los seguidores de Rosselló de que no contribuyan económicamente con su grupo.

Primera Hora hizo gestiones para entrevistar al líder de la organización paralela de Servidores Públicos, Jesús Rodriguez, pero las mismas resultaron infructuosas.