El Senado aprobó ayer por unanimidad una resolución repudiando la política de Estados Unidos de separar a niños de sus padres en la frontera con México.

Según la resolución del Senado 800, la implementación de la política de "cero tolerancia" en la frontera por parte del presidente Donald Trump se hace "al amparo de una política pública xenofóbica e intransigente que no encuentra referencia en legislación alguna".

La medida, que contó con el apoyo de populares y estadistas -algunos afiliados al Partido republicano por el que fue electo Trump- es de la autoría del senador del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Juan Dalmau.

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"Es una violación de derechos humanos separar padres y niños, encerrando a estos últimos en campos de concentración como criminales", dijo Dalmau en declaraciones escritas sobre la política de Trump.

Unos 2,300 niños han sido separados de sus padres desde mayo, según ha trascendido, lo que le ha ganado numerosas críticas al presidente tanto en Estados Unidos como alrededor del mundo.

Mediante comunicado de prensa, Dalmau agregó que "“Solo puede ser producto de una mente insensible y retorcida la puesta en vigor de la ‘política migratoria de cero tolerancia’, por parte del gobierno de Estados Unidos, con respecto a personas que crucen la frontera sin documentación.

"Esta política no solo reviste  una actitud racista y xenofóbica en contra de hermanos latinoamericanos  sino, peor aún, constituye un acto criminal e inhumano al arrancar de los brazos de sus padres a niños que cruzan junto a estos la frontera, para ser privados de su libertad e ingresarlos en instalaciones tipo campos de concentración. El gobierno federal está raptando niños que no se vislumbra que vuelvan a reencontrarse con sus padres. Eso es criminal e inhumano.”, sentenció   Dalmau.

Una Resolución similar fue radicada en la Cámara por el Portavoz del PIP en dicho cuerpo, Denis Márquez Lebrón, la cual espera sea aprobada en su próxima sesión ordinaria.  Márquez Lebrón  hizo alusión a información que  trascendió públicamente  a los efectos de que en el estado de Texas existen campamentos en los que el Gobierno estadounidense concentra a cientos de niñas y niños inmigrantes en jaulas.

“Prácticas inhumanas como estas constituyen la puesta en vigor del peligroso discurso xenofóbico en contra de los latinoamericanos que ha caracterizado a la Administración de Donald J. Trump. Igualmente, representan una violación crasa de los derechos humanos de las personas detenidas y sus familiares, en total menosprecio de los principios más básicos del derecho internacional que existe precisamente para evitar prácticas””, manifestó Márquez Lebrón.