El Senado aprobó hoy el Proyecto del Senado 771, de la autoría del senador Ángel Martínez Santiago, la cual establecería la Carta de Derechos de las Personas Viviendo con VIH en cualquiera de sus etapas en Puerto Rico. Asimismo, derogaría la Ley 349-2000, la Carta de Derechos de las Personas Portadoras del Virus VIH/SIDA en Puerto Rico. De esta manera se atempera a la realidad actual. 

Según surge de la Exposición de Motivos el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) ha ocasionado la pandemia del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) alrededor del mundo. Este virus continúa siendo una de las principales áreas de investigación de la medicina contemporánea. El avance científico ha hecho de esta enfermedad una categorizada como crónica. Hoy día el paciente VIH positivo tiene más oportunidad de disfrutar una calidad de vida similar a la de una persona sin diagnóstico. La diferencia en la calidad de vida y salud de las personas viviendo con VIH o SIDA en comparación con dos décadas atrás ha mejorado de forma marcada.

Durante un turno sobre la medida, el senador José Vargas Vidot declaró que esta carta de derechos es una declaración de dignidad, “es una carta contra lo oscuro, la hipocresía y una falsa medicina. Esta carta de derechos debe ser una forma de recordar historia, esto no es cualquier cosa, se escribió con sangre, con vergüenza y con lágrimas.

La Carta que consta de sobre 15 puntos detalla ampliamente aspectos laborales y de salud buscando garantizar la vida libre de discrimen y que aplique a todos los pacientes en todas sus etapas, incluyendo la etapa SIDA (la más avanzada de la infección).

Entre las más destacadas está el que toda persona viviendo con VIH en cualquiera de sus etapas a quien se le nieguen servicios médicos, tiene el derecho de presentar una querella ante el Procurador del Paciente de ser paciente del Plan de Salud del Gobierno. En casos de ser un asegurado de un plan médico privado deberá radicar ante la Oficina del Comisionado de Seguros.

“Miles de personas han muerto por muchos años viendo cómo se deterioraba su vida no solo porque su sistema inmunológico estaba comprometido, sino que la sociedad clausuró todas las puertas de construir una esperanza. Más de 35 mil personas la han padecido y de esto más del 80% han fallecido porque un sistema que los convoco, pero también les cerro las puertas”, promedió Vidot.