Cinco de los convictos por abusar de una menor de edad en un patrón de conducta que se extendió por dos años y que fue permitido por la madre de la menor y el padrastro, fueron sentenciados hoy a distintas penas.

Ninguno de ellos se dirigió a la jueza Berthaida Seijo del Centro Judicial de Carolina, que es un derecho que tienen, ni aparentaban mostrar arrepentimiento.

En el caso de Agner Ruiz Martínez, tendrá que pasar 50 años de cárcel por el cargo de agresión sexual.

En cambio, Ramón L. Correa Suárez fue sentenciado a 20 años de prisión por el mismo delito, según lo establece el Código Penal de 2004, ya que los hechos que cometió ocurrieron cuando estaba en vigor ese estatuto que contenía unas guías de sentencia más bajas que las del Código de 2012.

Mientras, Javier Omar Ruiz Ramírez irá preso por 15 años.

Por su parte, Noel Rodríguez Correa y Ercik Joel Rodríguez Morales estarán 50 años en probatoria debido a que eran menores de edad cuando cometieron los hechos por los que fueron declarados culpables. Ninguno de los dos se podrá acercar a la menor o sus familiares ni físicamente, ni por medios electrónicos o redes sociales. Además, deberán demostrar que están estudiando o trabajando, completarán un programa de terapia para ofensores sexuales de dos años y otro tratamiento para adicciones, así como someterse a pruebas toxicológicas cuando el tribunal lo entienda.

Todos tendrán que pagar una pena especial de $300 y quedarán de por vida en el registro de ofensores sexuales.

La madre de la menor Yomaris  Ruiz Díaz seguirá recluida bajo fianza luego de que su abogado, Orlando Ortiz López objetara el informe pre-sentencia de la técnico sociopenal del Departamento de Corrección y Rehabilitación, María Yolanda Ortiz Díaz.

El licenciado emitirá por escrito sus argumentos. En sala dijo que las partes del informe a las que se opone incluyen la actitud de la menor perjudicada, la visión de la convicta, la interpretación de los hechos, el discernimiento y la recomendación de que no aplique para sentencia suspendida.

La jueza citó a la mujer para el 10 de agosto donde la técnica sociopenal deberá explicar los hallazgos de su pesquisa y recomendación.

La víctima de los terribles hechos estuvo en sala, acompañada por personal del Departamento de la Familia, y en cierto momento no pudo evitar las lágrimas.

El fiscal José Marrero Pérez dijo estar satisfecho con las sentencias.

Se alega que cuando la niña tenía entre los 9 y 11 años fue agredida sexualmente por una decena de hombres. 

Durante la investigación, trascendió que quienes comenzaron los abusos fueron  el padrastro de la nena y su hermano Ramón Correa Suárez, cuando la menor tenía 9 años y vivían en  Gurabo.

Luego, tras una mudanza a la Hacienda La Ceiba, en Trujillo Alto, se agravó el patrón de abuso sexual, cuando el padrastro comenzó a ofrecer a la menor a trabajadores del lugar, a vecinos y amigos, que también están en la lista de convictos. Dos adolescentes enfrentan también faltas, que se procesan en el Tribunal de menores.

En el juicio trascendió que como parte del esquema de agresiones sexuales, el padrastro le daba bebidas alcohólicas a la niña para que los imputados cometerían los abusos sexuales. En otro caso, se alega, también le dio a fumar marihuana.