El Departamento de Educación tiene serios problemas operacionales que le impiden alcanzar sus metas, a juzgar por el testimonio que ofrecieron este viernes tres superintendentes escolares ante la comisión especial del Senado que evalúa el sistema educativo del país.

Uno de los principales problemas en los que coincidieron los tres educadores es la escasez de los llamados “facilitadores” que son los funcionarios que se supone auxilien a los maestros en la aplicación del currículo escolar que deben desarrollar para cumplir con las metas de aprovechamiento escolar dispuestas por el Departamento. "En nuestro distrito no hay suficiente personal para proveerle la ayuda necesaria al maestro. Necesitamos el facilitador para que trabaje mano a mano con los maestros del distrito. No hay facilitadores por el proceso burocrático”, sostuvo el superintendente de Guaynabo, Luis Orengo Morales.

En iguales términos se expresó el superintendente del Distrito de Yabucoa, Pablo Colón Ramos, quién dijo ante la Comisión Especial para la Transformación Administrativa y Operacional del Sistema de Educación de Puerto Rico, que en su caso, de 37 plazas de facilitadores que tiene asignadas el distrito, 23 puestos se han mantenido vacantes por los últimos tres años.

 Expresó que por tal razón, el apoyo más importante que se supone reciba el maestro, “no está presente”.

Nilsa Otero Cordero, superintendente auxiliar del distrito de San Juan II, indicó por su parte, y sobre el mismo tema, que su distrito tiene apenas cinco facilitadores para atender 73 escuelas y entre ellos no hay ninguno que brinde apoyo a los maestros de matemáticas, materia de mayor problema en el sistema.

Sobre otros temas los educadores coincidieron además en que ellos no tienen control alguno sobre el aparato administrativo en sus propios distritos y que esa función se transfirió a los ayudantes especiales del Secretario asignados a cada región.

Reconocieron también que un director de escuela no tiene control ni opinión sobre los maestros que se le asignan y carece de poder para remover a aquellos que no den el grado.

 "Me preocupa que el estudiante puertorriqueño no ha logrado su pleno desarrollo. El principio rector de todo sistema educativo tiene que ser el estudiante. En San Juan, la Capital de Puerto Rico, no hay facilitadores de matemáticas. Eso es inaceptable. ¿Cuándo aceptaremos que la estructura del Departamento de Educación no está hecha para tomar decisiones inmediatas para mejorar la educación de nuestros niños?”, cuestionó el presidente del Senado, Eduardo Bhatia, que es también presidente de la Comisión.

 "Lo que queremos es arreglar una estructura que está funcionando mal, está rota y no tenemos tiempo. Estos resultados son bochornosos, punto” aseguró por su parte el senador Miguel Pereira refiriéndose a los resultados de las pruebas de aprovechamiento.

Los educadores coincidieron en que, aunque dichas pruebas no deben ser el único criterio para evaluar el aprovechamiento de los estudiantes, son un instrumento importante en ese objetivo. Reconocieron entonces, que la ausencia de los llamados facilitadores puede estar provocando que lo que los maestros enseñen en sus salones no sea lo mismo que se está midiendo en las pruebas.

Trascendió además que estas pruebas de aprovechamiento tienen poca relevancia para los estudiantes, ya que están conscientes de que de ellas no depende su promoción. Tal afirmación provocó también una reacción del senador Pereira, que afirmó que si el sistema no ha sido capaz de desarrollar la conciencia entre los estudiantes de este tipo de medición, los esfuerzos que se hacen días antes de su administración para promover la participación en ellas, tienen muy poco efecto real.

Además de los problemas ya mencionados, los educadores coincidieron igualmente en que hay escasez de otro personal necesario. Además de los facilitadores, indicaron que hay directores de escuelas sin nombrar (cinco en el distrito de Yabucoa), falta de maestros, particularmente, substitutos para manejar ausencias de maestros, y un problema de ausentismo entre los educadores.

 En el caso de Yabucoa, el único distrito que ofreció ese dato, el ausentismo de los docentes está en 12 días promedio por año, situación que se habría agravado por la eliminación del pago por exceso de enfermedad, se señaló.