A 20 días de la paralización del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, las apuestas de la administración durante el proceso de diálogo con otros sectores universitarios han dejado descontento al movimiento estudiantil produciendo, una vez más, un tranque.

“El movimiento estudiantil en pleno ayer decidió rechazar el borrador del acuerdo de mediación y no volver a sentarnos con la rectora hasta que ella comience a mostrar que verdaderamente puede ponerse de acuerdo”, dijo la portavoz Verónica Figueroa.

Particularmente en dos puntos: la administración no se opondrá a los recortes de $450 millones exigidos por la Junta de Supervisión Fiscal como pidieron los estudiantes y, además, la rectora Carmen Rivera Vega añadió un punto pidiendo que se haga una asamblea extraordinaria para levantar la huelga, según Figueroa.

“El tranque fue sobre los recortes, ella no acepta que sean cero recortes. No pudo aceptar que no vamos a hacer una cuarta asamblea porque ya hemos tenido tres asambleas en las que se decide una y otra vez lo mismo”, dijo la estudiante.

Por otra parte, Figueroa aseguró que no existe una disposición por parte de rectoría para adelantar un proyecto de reforma universitaria, otro de los reclamos que mantiene a los estudiantes en huelga. 

Según ha trascendido, el documento contiene más de una decena de posibles acuerdos en los que ya hay unos puntos de consenso, como el reclamo por la auditoría de la deuda. 

Rivera Vega envió ayer una carta al gobernador Ricardo Rosselló abogando por viabilizar el trabajo de la Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público que hoy espera a que la Cámara de Representantes apruebe una medida para su eliminación.

Pero eso no es suficiente. Otro de los reclamos en los que no alcanzan acuerdos es en que no se penalice a quienes participen del proceso huelgario.

“Ella propone que no se va a sancionar por la protesta pero que no incluye vandalismo o actos violentos”, explicó la estudiante y argumentó que, con eso, se renunciaría a su “derecho a la autodefensa” en caso de que llegue la policía al recinto.

En la mesa de diálogo no solo están diversos miembros de la comunidad universitaria, sino también dos mediadoras que fueron asignadas por rectoría; Mildred Negrón y Anita Yudkin. Sin embargo, han sido herméticos al momento de ofrecer declaraciones debido a que hay de por medio un acuerdo de confidencialidad.