La exgobernadora de Puerto Rico Sila María Calderón lamentó hoy los incidentes ocurridos el martes en la fundación que lleva su nombre en San Juan, donde un grupo de manifestantes se enfrentaron a la Policía que trataba de repeler una agresión al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz.

"La Fundación que lleva mi nombre se caracteriza por ser un centro de diálogo, investigación y colaboración donde convergen diversas disciplinas e ideologías. Tiene, y siempre tendrá, sus puertas abiertas a los residentes, estudiantes y visitantes de todo Puerto Rico", indicó la antigua gobernadora.

Destacó que Centro para puerto Rico-Fundación Sila M. Calderón es una entidad de paz "que respeta los diferentes puntos de vista, cimentado en los valores sociales y éticos que representan lo mejor" del pueblo de la isla caribeña.

"Respaldo a la Universidad de Puerto Rico como el eje central de transformación para el país. Por ello es fundamental identificar alternativas para minimizar el impacto financiero de las propuestas económicas que se están evaluando. Apoyo todo esfuerzo, dentro de las circunstancias actuales, que aseguren la integridad de la educación superior para nuestras futuras generaciones", subrayó.

Calderón indicó que, al mismo tiempo, repudia "cualquier manifestación de violencia que pueda tener repercusiones públicas", ya que como aseguró "estas le restan a las causas que se promueven".

"Continuaremos trabajando con todas nuestras fuerzas para reducir la desigualdad, enfocándonos en proveer oportunidades para las mujeres y residentes de las comunidades en desventaja a través de la iniciativa empresarial y la creación de empleos", dijo la antigua gobernadora.

Un grupo de manifestantes lanzaron el martes botellas de agua contra el presidente del Senado y se enfrentaron a agentes de la Policía cuando el funcionario acudió a un acto celebrado en la fundación.

Rivera Schatz había acudido al lugar para interesarse por los proyectos que lleva a cabo la institución, momento que fue aprovechado por los manifestantes para lanzar botellas y golpear alguno de los coches oficiales que había en el lugar, lo que provocó la respuesta de las fuerzas del orden. 

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