Los muchachos del Capitolio están “suma y resta que te resta” por lo que se les viene encima con la Reforma Legislativa y algunos hasta han seleccionado el  trabajo que querrían desempeñar en la “calle”;  si es que no logran escaparse del compromiso del Partido Popular Democrático de restablecer la figura del legislador ciudadano.

El representante popular José “Pito” Torres, que estudió ciencias mortuorias en un instituto en Mayagüez y es “experto” en artes restaurativas de cadáveres,  está pensando establecer una industria relacionada a su área de expertise. Todo lo tiene bien pensando y no es en el área de los embalsamamientos, sino en otras  artes funerarias. Ante la competencia que se le podría venir encima, el legislador prefirió no ofrecer más ningún detalle.

“Esa sería una  buena oportunidad para crear empleos”, dijo Torres, quien anticipa que la empresa no le traerá problemas con la función legislativa porque sólo va administrar.

El representante popular Ángel Matos es otro de los que podría buscarse un “chivito”. Antes de salir electo  le había cogido “el gusto” al part-time de mantenedor de programas radiales.

Matos tuvo mucho éxito en la radio  porque le impartía a la discusión política un toque de humor natural y si puede volver al medio, regresa.

El representante popular Javier Aponte es abogado y posee una maestría en finanzas. Trabajó con el desarrollo de viviendas, en consultorías de desarrollo y planificación, pero volver a eso sería inconsistente con su función de presidente de la  Comisión de Industria y Comercio de la Cámara. Aponte volvería a desempeñarse como profesor de Derecho.

La representante del PPD Lydia Méndez es enfermera de profesión y ser enfermera y legisladora piensa que es imposible. “Esa es una profesión de tres turnos y si el que te venía a sustituir no llega, tienes que seguir trabajando. Estoy opuesta al legislador ciudadano…El tiempo para ser legisladora a mi no me da”, dijo.

El portavoz del Partido Nuevo Progresista en el Senado, Larry Seilhammer, fue un baloncelista famoso. Estudió  ingeniería  y tampoco se  ve  practicando esa profesión “porque el ingeniero civil siempre tiene vínculos con los trámites de permisos de sus obras”. “Aunque no sea cierto, siempre van a decir que te favorecieron por ser legislador. Por la edad no puede volver al básquet, aunque bromea y dice que lo que único que podría hacer en ese deporte es assistant coach.

“!Esto (la Legislatura) es full time…! Aquí todo el mundo sabía en lo que se iba a meter porque el Gobernador hizo la promesa del legislador ciudadano antes de las elecciones”, dijo el representante  novato del PPD Jesús F. Santa, un ingeniero químico que trabajaba en la industria farmacéutica. Santa podría ejercer su profesión como consultor,  pero dice que eso sería faltarle tanto a la Legislatura como a quien lo contrate. “Me voy a ganar la mitad de lo que me ganaba antes,  pero yo hice mis ajustes”, dijo.

La Legislatura a tiempo parcial, o liderada por senadores y representantes “ciudadanos”, puede resultar tan efectiva o nociva como se estructure un código de ética para el legislador que trabaje.

El profesor de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico Saúl Pratts dice que un buen código de ética es indispensable, pero eso por sí sólo no es suficiente. “Hay que saber administrarlo”. 

Pratts le sugirió a la Legislatura un comité de ética con  “con garras” que pueda investigar y que esté compuesta por tres de miembros de mayoría parlamentaria, dos de la minoría y otros tres miembros en representación de la comunidad a ser escogidos por grupos profesionales de probada honestidad.

Presby Santiago, ex portavoz del PPD en la Cámara, coincidió en que el código de ética tinee que “tapar huecos”,  pero advirtió que prohibir demasiadas instancias de empleo, eso le atará las manos a los legisladores y “no podrán hacer otra cosa que irse a vender viandas a la orilla de la carretera”. 

Santiago expresó temor de que el legislador profesional, si es “ciudadano” fije su ingreso principal en el ejercicio de su profesión y la Legislatura la vea como una “iguala”.

El abogado popular Fernando Torres Ramírez anticipó que con el legislador ciudadano, la  mayoría de los abogados “estudiosos y competentes” y otros profesionales se apartarían del Capitolio.

La Casa de las Leyes dijo que se será atractiva para los retirados y los que puedan vivir con un salario de $73 mil o menos.

También se ha planteado que los muy ricos podrían estar capacitados de ir al Capitolio.

La senadora del Partido Independentista Puertorriqueño María de Lourdes Santiago dijo que la situación de los  abogados se perfila extremadamente difícil. Estos no podrían trabajar con legislación que afecte a sus clientes, para bien o para mal.

A quién le sirven -al cliente o Cámara y Senado- y con qué grado de prioridad, es otro problema.

“¿Qué haces si un cliente te llama con una situación urgente y estás en una vista pública o en una sesión importante?”, esa es una interrogante que se tiene que hacer el que apruebe la Reforma.

“Esto no aporta a la democratización del sistema legislativo. Esto lo que hace es excluir sectores”, dijo María de Lourdes Santiago.

Pratts sostuvo que en otras partes del mundo estos problemas se evitan estipulando los días de sesión. 

El patrono privado viene obligado a concederles  licencias a sus empleados legisladores o les buscan un reemplazo.

El legislador ciudadano también vendrá obligado a contratar buenos asesores en la Legislatura porque ellos van a correr buena parte de los trabajos de la oficina del senador o representante.

¿Quedaría virtualmente vetado el ingreso de las Mujeres a la Casa de las Leyes? Pratts expresó que ahora mismo muchas féminas tienen hasta tres trabajos, estudian y regresan a sus casas en la noche.

¿La figura de legislador ciudadano le resta poder a la Legislatura frente al Ejecutivo?

Ese es un argumento de peso, pero el profesor de Administración Pública respondió que ese desbalance lo resuelve  la unicameralidad y que la elección de los legisladores sea proporcional a los votos obtenidos por sus respectivos partidos, no el legislador a tiempo completo. 

“En Puerto Rico tú tienes un gran desbalance desde los españoles. Aquí lo que impera es un modelo militar que favorece al Ejecutivo. Eso se da también con los alcaldes y eso no lo resuelve el legislador a tiempo completo”, insistió.