Un proyecto de ley que busca establecer de forma categórica el procedimiento que se adoptaría en todos los hospitales cuando un paciente tiene muerte cerebral comenzará discutirse en la Comisión de Salud del Senado, anunció el vicepresidente de ese cuerpo legislativo, José Luis Dalmau.

La legislación establece que será responsabilidad de doctores licenciados, no de familiares de un paciente, la decisión de cesar los tratamientos médicos, cuando se ha reconfirmado mediante una serie de pruebas precisas que no hay función cerebral y que ese órgano vital ha sufrido daño irreversible.

La medida, que se conocería como la Ley Stefano Steenbakkers (joven asesinado en Dorado en un intento de carjacking), enmienda artículos del estatuto que regula las donaciones anatómicas en el país y establece una definición uniforme del concepto muerte, informó Dalmau en conferencia de prensa conjunta con el doctor Carlos Mellado, procurador de la Salud.

El Proyecto del Senado 402 "pondrá fin a las lagunas o áreas que no son claras en términos del procedimiento a seguir en cuanto al tiempo en que un paciente con muerte cerebral puede permanecer conectado a un ventilador artificial", sostuvo Mellado.

De acuerdo con Mellado, no está clara la ley sobre donaciones y trasplantes, ni los protocolos de los hospitales en torno a cómo proceder al diagnosticarse muerte cerebral en un paciente, por lo que es necesario adoptar el propuesto estatuto, cuya redacción surge tras una consulta a un grupo multidisciplinario de profesionales de la salud y a representantes de la comunidad.

La propuesta ley "da el poder a quienes tienen que tomar la decisión que son los médicos", expresó Mellado.

Mientras se informó sobre el proyecto suscrito por Dalmau, en la Cámara de Representantes, la Comisión de Salud presidida por la legisladora popular Lydia Méndez, inició vistas públicas para discutir una medida sobre el mismo tema.

En la audiencia testificó el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, Eduardo Ibarra, quien habló sobre información imprecisa ofrecida a los medios tras la hospitalización del púgil Héctor "Macho" Camacho, quien sufrió muerte cerebral, pero sus familiares pugnaron para evitar que se desconectara de un ventilador artificial, aunque no se tenía previsto la donación de órganos.

El proyecto de la Cámara 249 propone crear un comité asesor para la adopción de un protocolo aplicable en los casos de muerte cerebral. Mientras, la medida del Senado, que surge de un comité de peritos, recomienda, entre otros asuntos, que será una determinación de médicos licenciados que actuarán de forma independiente establecer que un paciente tiene muerte cerebral y tomarán la decisión de cesar los tratamientos médicos sin mayores dilaciones, si esa persona no será donante de órganos.

"No va a haber problema para que se armonicen ambos proyectos", estimó Dalmau al augurar que no debe surgir una controversia mayor para encaminar enmiendas a la Ley de Donaciones Anatómicas y adoptar normas uniformes en los casos de muerte cerebral.

Dilema familiar

Mellado, por su parte, reconoció que muchas personas con familiares hospitalizados en condiciones críticas "se aferran a un milagro" y no necesariamente están receptivos a las explicaciones médicas sobre la condición de su ser querido.

"Los milagros existen, pero hay unas responsabilidades médicas y no se puede tratar a un muerto", dijo al aclarar que aunque esos señalamientos pueden parecer duros, si se ha confirmado muerte cerebral, no hay justificación para continuar tratamientos, por lo que procede la desconexión inmediata de un ventilador artificial, si esa persona no será donante de órganos.

Explicó, según dispone el Proyecto del Senado 402, que en esos casos el paciente habría sufrido "cese irreversible de las funciones respiratorias y circulatorias o ceses irreversible y total de todas las funciones del cerebro, incluyendo las funciones del tallo cerebral".

El doctor Rafael Rodríguez Mercado, neurólogo y catedrático del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, que formó parte del comité asesor de la citada medida, dijo, por su parte, que un primer paso supone realizarle un encefalograma al paciente. Ese rastreo mide la actividad cerebral. Si no se detecta esa actividad, explicó que se procederá, como segundo paso, a realizar un estudio de flujo, "para ver si fluye sangre al cerebro".

Para realizar esas pruebas, es necesario desconexiones breves del ventilador y condiciones de ambiente sosegado para evitar "falsas impresiones de actividad cerebral", sostuvo el médico. Rodríguez Mercado indicó que el protocolo recomendado es que un segundo médico repita los citados exámenes para reconfirmar si existe actividad cerebral y cuando ese galeno completa las mismas pruebas, si se detecta nuevamente la inactividad, se diagnostica la muerte cerebral y se emite un certificado de defunción.

Reflejos de Lázaro

Rodríguez Mercado comentó en la conferencia de prensa que "al perderse las conexiones eléctricas de las neuronas, una persona puede que se mueva, pero son movimientos inconscientes". El galeno explicó que esa actividad se denomina "Reflejos de Lázaro", en alusión bíblica al amigo de Jesús que había muerto, pero fue resucitado por su poder divino.

El galeno dijo que urge educar a los familiares con familiares en condiciones críticas para que entiendan bien lo que es la muerte cerebral, que no es lo mismo que un estado de coma, del que una persona puede salir y recuperarse. Además, reconoció que también es preciso educar a los médicos para garantizar un trato digno a los familiares de pacientes en condiciones críticas y sobre todo si cuando sufren el daño cerebral irreversible.

El neurólogo Carlos Lucía, explicó que "si hay duda de actividad cerebral, no se puede diagnosticar muerte cerebral", pero en esos casos, la gente no debe confundirse porque inacción cerebral "no es lo mismo que estado vegetativo".

El médico y otros profesionales favorecieron crear espacios adecuados en hospitales para que los galenos, con apoyo de religiosos, tanatólogos, trabajadores sociales u otros expertos, informen a los familiares en estos casos.

Ese tipo de espacio fue sugerido por Zorimar Betancourt, madre de Stefano Steenbakkers, quien murió trágicamente, tras ser baleado mientras conducía un vehículo de motor en dirección a su residencia en Dorado, así como por Carlos Negrón, padre de Carla Michelle Negrón, víctima fatal de una bala disparada por un desconocido durante las fiestas de fin de año.

Betancourt dijo que estudia tanatología, que describió como la ciencia del buen oír, y prepara a las personas para atender a los pacientes en riesgo de muerte y también ayuda a los doctores a atenderlos de forma digna.

Honos póstumo a Stefano y Carla Michelle

La madre de Steenbakkers agradeció la gestión legislativa para garantizar un trato digno a estos pacientes, así como la atención adecuada a los familiares y relató que tras la fatal agresión a su hijo "estuvo dos días sin dormir" y pasó un proceso sumamente doloroso que la ha llevado a una cruzada para ayudar a quienes enfrenten situaciones similares.

En tal sentido dijo que las personas interesadas pueden buscar información en Facebook.com/@TeamStefanopr o en Twitter @teamstefanopr. En un emotivo momento, Negrón, por su parte, recordó su disposición de orientar a los padres o personas con pacientes críticos. "En la calle Carla Michelle 257 tienen una familia más", declaró lloroso.

Negrón dijo que la gente en el país está ávida de conocer bien sobre los protocolos médicos y lo constata a diario porque diversas personas le formulan distintas preguntas en su trabajo, como empleado de un supermercado.

Los propulsores de la nueva legislación destacaron que el Protocolo de Determinación de Muerte "se regirá por las guías aprobadas por la Junta de Disposiciones de Cuerpos, Órganos y Tejidos Humanos, creada por la Ley de Donaciones Anatómicas de Puerto Rico, estableciendo el procedimiento a realizarse para determinar la muerte de una persona y el procedimiento a seguirse para remover el soporte vital, luego de la determinación de muerte de una persona".