Sorprendido e impresionado quedó ayer el designado secretario de Educación, Rafael Román Meléndez, cuando se enteró de que la escuela superior Lila Mayoral Winshirg, localizada en el barrio El Tuque de Ponce, tuvo que sacrificar su horario escolar por los incidentes de balas perdidas que viajan desde los dos polígonos de tiro aledaños al plantel.

El titular sentenció que el período lectivo no se puede negociar y dijo que muy pronto visitará la escuela para evaluar de primera mano la alarmante situación.

“Yo no estaba al tanto. Me enteré a través del periódico (Primera Hora) y de inmediato pedí al director de la región, José Colón, que visitara la escuela y me rindiera un informe”, dijo Román Meléndez.

Sostuvo que después que visite personalmente el plantel quiere reunirse con el superintendente de la Policía. “Voy a visitar la escuela para evaluar personalmente la situación y atender el asunto”, afirmó.

Recalcó que la escuela no tiene que ajustarse a la comunidad, sino que es la comunidad la que debe ajustarse a la escuela.

“El tiempo lectivo y los horarios de una escuela no pueden estar condicionados a facilidades privadas e incluso públicas”, afirmó.

Desde agosto pasado, la escuela vocacional tuvo que ajustar su horario escolar para cerrar a las 4:00 de la tarde y dar paso a las prácticas de tiro como resultado de unas conversaciones con los polígonos y el municipio de Ponce.

¿Qué le parece la cantidad de municiones que se recogen a diario en los predios del plantel?

Muy lamentable y mucho más cuando eso pone en riesgo la salud de nuestros estudiantes. Además del asunto de la seguridad me preocupa también la posible contaminación por plomo.

El superintendente Héctor Pesquera dijo por voz de su oficial de prensa, Michelle Franco, que está dispuesto a mudar el campo de tiro de la Uniformada si le consiguen un terreno donado.

“El Polígono de la Policía lleva 40 años allí y la escuela seis. Lamentablemente, no tenemos los recursos para mover el Polígono. Si consiguiéramos un terreno donado estaríamos dispuestos a moverlo. Para nosotros es sumamente importante porque es donde podemos adiestrar y capacitar a nuestros policías. No lo podemos cerrar. Otro lugar (y) estaríamos en la disposición de evaluarlo”, sostuvo Pesquera.

Indicó que, según un estudio que realizó el Instituto de Ciencias Forenses, las municiones que utilizan en el campo de tiro no llegan hasta el plantel.

Mientras, el representante por el distrito 23, Nelson Torres Yordán, espera que la semana próxima la Cámara le dé el visto bueno a una resolución de su autoría que propone una pesquisa sobre el peligro que representan el campo de tiro de la Policía y el campo privado Ponce Expert Shooting Club.

La medida fue referida a las comisiones de Desarrollo Integrado de la Región Centro Sur y de Seguridad Pública.

“La presencia de ambos campos de tiro representan una amenaza a la seguridad de la comunidad de El Tuque que ya se ha visto afectada en varias ocasiones y han expresado su sentir ante la situación. Cabe destacar que, además del problema de que los campos de tiro están cerca de un área residencial, se agrava la situación con la cercanía de estos a la escuela superior Lila Mayoral ubicada en la misma comunidad,” dijo Torres Yordán.