En la recta final de la contienda, los partidos políticos con opción de triunfo –el PNP y el PPD– echan el resto en un intento por alzarse con la victoria, mientras a algunos de sus seguidores los ciega el fanatismo.

Este fin de semana hubo cuchillazos, piedras, puños y hasta pepper spray en varias escaramuzas entre adversarios en caravanas y en actividades recreativas.

“Creo que, ante toda esta situación de violencia que se está dando, los candidatos de todos los partidos deben ser muy cuidadosos con lo que dicen a sus seguidores y a su electorado”, dijo José Luis Méndez, profesor de sociología de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

“Muchas veces hay noticias o rumores de que a un candidato u otro no lo dejaron hablar, lo agredieron o lo sacaron de un sitio y, más que la reseña de lo que pudo haber ocurrido, cuando lo dice un político, se puede interpretar como una consigna, como una exhortación a que se haga y eso es extremadamente peligroso”, alertó el académico.

El sociólogo dijo que el peligro está en que los ánimos están caldeados y hay algunos políticos que, lejos de calmar a sus seguidores, lo que hacen es inflamar los ánimos y, en cierta medida, propician la violencia. Méndez opinó también que la posibilidad de un fraude electoral desataría más violencia en el país.

¿Hay mucho fanatismo político en Puerto Rico?

No creo que el puertorriqueño sea más fanático que otras sociedades. Aquí lo que pasa es que tenemos una cultura política que se ha ido degradando con el tiempo y que en el último cuatrienio ha tocado casi fondo. Uno de los grandes problemas de Puerto Rico es que se ha estado promoviendo que, más que partidos, se conviertan en tribus. Nos estamos moviendo cada vez más hacia esa tribalización de la política.

El ex presidente de la Asociación de Psicología Carlos Sosa dijo, a su vez, que debemos asumir un nivel adecuado de responsabilidad y esforzarnos para tener paz y tranquilidad.

“Las elecciones pasan y los ciudadanos que quedan atrás son los mismos que han tenido alguna confrontación, pero tenemos que estar conscientes que esas personas son vecinos nuestros, compañeros de trabajo y familia. Tenemos que tener claro que los políticos pueden tener disputas unos con otros, pero cuando se baja el telón se saludan y siguen su vida como de costumbre dentro de los puestos que han alcanzado, si es que han sido electos”, afirmó el psicólogo clínico.