Lo peor parece que está por venir…

El Gobierno de Puerto Rico declaró esta semana que no tiene dinero para pagarles a los bonistas del Banco Gubernamental de Fomento (BGF) el abono correspondiente al 1 de mayo, por lo que el secretario de Hacienda, Juan Zaragoza, dijo que tampoco hay dinero para cumplir con el pago dirigido a  amortizar la deuda de las llamadas obligaciones generales (GO) del Estado Libre Asociado, que vence en julio.

El pago de la obligaciones generales es de $744  millones, incluidos principal e intereses.

Junto con otros préstamos, el servicio de la deuda a julio sube a $1.4 mil millones, precisó por otro lado el economista Gustavo Vélez, pero esas otras deudas  no se pagan del Fondo General. 

Zaragoza le aseguró ayer a Primera Hora  que  no hay dinero en caja para pagar la deuda de los bonistas, que el ¨cash¨ de Hacienda “está apreta’ o”.

“Si no hay chavos, no hay chavos… No se puede tapar el cielo con mano”, dijo el funcionario, quien agregó que hay que entender que la filosofía de este Gobierno es defender los servicios esenciales, que esa es la prioridad. 

El anuncio del gobernador Alejandro García Padilla de que Puerto Rico no podrá pagar el próximo domingo los $470 millones que les adeuda a los bonistas del BGF produjo un nuevo colapso en las acciones asociadas a esos préstamos, afirmó ayer el economista Elías Gutiérrez.

“Ya tenemos lo que se conoce como activos tóxicos”, indicó el economista, quien sostuvo que ya Puerto Rico está en “default” (impago) técnico porque el Gobierno  no está depositando en sus cuentas de reserva el dinero de esos pagos.

“Aquí los que van a recibir más dolor son los bonistas de Puerto Rico porque no tienen carteras de inversión diversificadas”, dijo Gutiérrez al insistir que en ese grupo hay gente corriente,  que ha ahorrado para su retiro; individuos e instituciones como son las cooperativas y las  uniones obreras.

Indicó que los sindicatos compraron bonos de la Isla para sus planes de pensión, por entender que eran buenos y seguros.

El impago de las deudas del Estado Libre Asociado (ELA), agregó el economista, va a provocar un cierre total de los mercados de bonos para Puerto Rico, con todas las consecuencias que eso tiene para las operaciones del Gobierno.

El efecto del desplome pudiera ser uno en cadena, según explicó,  porque otros acreedores podrían comenzar a dar por vencidos la totalidad de los pagos de los préstamos concedidos a la Isla. 

En otras palabras, exigirían que el ELA, inclusive sus corporaciones públicas,  les paguen todo el balance adeudado, no meramente los plazos.

“Eso sería el despelote total”, expresó Gutiérrez.

Gutiérrez no descarta, sin embargo, que la administración de  García Padilla opte  por pagar una porción de los intereses de la deuda del BGF y de los intereses de los préstamos de las obligaciones generales para hacer más difícil que lo demanden.

“La Constitución de Puerto Rico le da prioridad de pago a las deuda pública. No dice nada de obligaciones generales. Habrá que ir contrato por contrato para conocer qué garantía de pago es la que tienen los préstamos”, dijo el economista cuando se le preguntó que, de no  pagar el servicio de la deuda de los GO violaría la carta magna de Puerto Rico.