Botellas de agua, papeles, uno que otro tubo y suciedad en las esquinas del Capitolio era lo único que quedaba hoy domingo tras las manifestaciones de ayer en contra de los cambios al plan de retiro de los maestros, tras las que al menos cinco personas resultaron heridas.

Unos ocho agentes de la policía custodiaban las escalinatas del lado norte donde, a diferencia de la tarde anterior, todo estaba en calma.

El coronel Leovigildo Vázquez acudió a la Casa de las Leyes para dar unas instrucciones a los agentes y explicó que para mañana cuando el Senado discuta el proyecto se espera una mayor vigilancia y control.

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"Las instrucciones del superintendente James Tuller son bien claras: se debe garantizar todas las expresiones. Ese derecho no se le va a coartar a nadie", enfatizó.

Según Vázquez los líderes de los grupos que reúnen a los maestros deben coordinar con las autoridades del Capitolio la entrada y aprender de lo que sucedió ayer para negociar y asegurar que todos tienen representación dentro del hemiciclo y al mismo tiempo para evitar incidentes violentos.

"La Policía va a estar preparada y esperamos que haya una buena comunicación entre los maestros y nosotros para que se puedan armonizar las preocupaciones de todo el mundo. Desde hoy mismo se pueden comunicar para coordinar ", expresó.

"Y las organizaciones mismas tienen que manejar su disciplina interna...no dejar que personas ajenas dañen su reclamo", agregó.

El coronel no descartó que se puedan radicar cargos contra los individuos que ayer rompieron una de las puertas de entrada del Capitolio y lanzaron gas pimienta. 

"La región norte de la policía y el coronel Reinaldo Bermúdez están analizando los videos de lo que sucedió. Hay bastante material para examinar", indicó.

Mientras, el supervisor de seguridad interna de la Casa de las Leyes, Nelson Sierra, afirmó que quienes estaban dando patadas y usando los banderines como armas estaban desde temprano "agitados y ya con la mente hecha de agredir", porque se intentaba dialogar con ellos y no había actitud de llegar a unos acuerdos.

Sierra incluso duda que los que estaban alterados fueran maestros.

"Mañana vamos a tener más control porque se espera que la situación  sea mucho más fuerte que lo que ya hemos visto", manifestó. 

Educadores trataron de entrar a la fuerza al hemiciclo y los agentes intentaron detenerlos mediante el uso de la fuerza. Al momento se han dado agresiones de parte y parte.