Desde ayer, las personas que lleguen a los terminales A y B del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, en Carolina, tendrán la alternativa de probar su suerte en las 120 máquinas  tragamonedas que se estima le generarán  a la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR) $1.8 millones para continuar la promoción de la Isla como un gran centro de entretenimiento.

Su creación es una apuesta a crear más ingresos no a promover excesivamente los juegos de azar, según destacó la agencia. 

 “Este nuevo proyecto impactará positivamente el desarrollo económico del turismo y redundará en captación de fondos para continuar la promoción de nuestro destino”, dijo la directora ejecutiva de la CTPR, Ingrid I. Rivera Rocafort, durante una conferencia de prensa en la importante instalación aérea.

“No es una promoción excesiva, es un complemento de muchas cosas que tú puedes hacer aquí en Puerto Rico”, apuntó Rivera Rocafort.

Mencionó incluso que la CTPR destina anualmente $250,000 a la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción que trabaja el asunto de jugadores compulsivos. 

Un jugador de estas máquinas en el aeropuerto podría llevarse hasta $4,999 en efectivo; en caso de ser más de $5,000 se le entrega un cheque o una transferencia electrónica.

Las  máquinas estarán custodiadas por un grupo de 33 empleados,  23 de ellos son de nueva creación y está prohibido que menores de edad las utilicen. 

 Rivera Rocafort dijo que habrá un sistema de cámaras constante y un oficial de servicio al cliente para cumplir con las regulaciones. 

También se aseguró que no habrá hacinamiento. “La colocación de las máquinas en los próximos terminales se acomodará al diseño de los terminales, no es que vamos a dejar gente de pie por poner una máquina”, dijo por su parte el legislador Ángel Matos, presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara.

La presencia de menores y el hacinamiento fueron argumentos levantados en contra del proyecto piloto por el presidente de Emprecom, Pablo J. Rivera, quien también cuestionó el debido proceso para la implantación de la iniciativa.  “El llamado mío es a que haya una buena investigación”, dijo a este medio.

De otro lado, el presidente de la Asociación de Inspectores de Juegos de Azar (AIJA), Edgardo Lizardi, argumentó que las máquinas “operarán sin la inspección requerida en ley”. Dijo en un comunicado “que por razones que nos parecen turbias...  (Rivera Rocafort) ha decidido no asignar nuestro personal”. La AIJA radicó un Cargo de Práctica Ilícita contra la CTPR ante la Junta de Relaciones del Trabajo que aún está sin resolver. Al respecto, Turismo explicó que estas máquinas son autorizadas por un reglamento distinto al que aplica a estos inspectores, que es el Reglamento de Juegos de Azar. 

La segunda etapa del proyecto, que aseguran no es casino ni compite con los casinos de la Isla, se completará en octubre con la instalación de 80 máquinas, 20 adicionales en el Terminal A y 60 en el Terminal C. 

Así es el mambo   

* Las máquinas serán alquiladas a la empresa multinacional Arisctocrat Technology, proveedor de servicio elegido luego de que cuatro empresas invitadas, con licencia de manufacturero en Puerto Rico, emitida por la CTPR, sometieran una propuesta de Request for Proposal. *Su participación le permitirá una ganancia de 30% o $15 diarios por máquina, del ingreso neto. 

* La empresa operadora del aeropuerto, Aerostar, le rentará el espacio a la CTPR.

* Aerostar recibirá el 28% del ingreso neto. El restante 42% corresponde al estimado de $1.8 millones. 

* El proyecto se rige por el Reglamento 8788 de la CTPR, fue presentando ante el Departamento de Estado el 12 de agosto de 2016 y entró en vigencia el 11 de septiembre de 2016. 

* Si la ganancia diaria por máquina es de $45, el ingreso nuevo anual proyectado para la CTPR es de $807,000; si es de $70, la cantidad sumaría $1.8 millones, luego de cubrir los costos operacionales.