Tal vez la agencia que más ha velado por los derechos de la población autista de Puerto Rico es el Departamento de Salud, pero todavía les queda mucho por hacer y, en cuanto a las demás dependencias gubernamentales, su impacto es básicamente nulo.

La directora y portavoz de la Alianza de Autismo, Joyce Dávila, recalcó que “se supone que velemos por el cumplimiento de las leyes, pero lo que hacen las agencias es mandar representantes que dicen que no tienen presupuesto, así que no pueden hacer que las leyes se cumplan. (El Departamento de la) Familia es el primero en ir y decir que no tiene el dinero para el autismo. Nosotros, como comité, no lo podemos obligar a nada”.

Dávila, que pertenece al Comité Timón establecido por la Ley para el Bienestar, Integración y Desarrollo de las personas con Autismo (Ley BIDA), como representante de los padres, indicó que “esas leyes no tienen garras y los comités tampoco. Han desarrollado unos protocolos; el Departamento de Salud ha hecho alguito para empezar a cumplir y se habla mucho de los comités pero se pierde muchísimo tiempo. Se está trabajando con la capacitación de personal sobre el tema del autismo, pero aparte de eso…”, comentó.

La Ley BIDA abarca desde la detección temprana en Centros Pediátricos hasta la ubicación en empleo en busca de una vida más independiente, más allá de los 21 años de edad. Menciona además la necesidad de crear programas de apoyo a familiares y cuidadores y el peso ministerial recae en Salud, pero Dávila acotó que más allá de los centros pediátricos poco se ha logrado.

“No hacen falta más leyes ni comités; lo que hace falta es que asignen dinero para hacer cumplir la Ley 105 y que le pongan un ultimátum a estos funcionarios para que actúen” , reclamó Dávila. “Hay fondos para agencias estatales de autismo, pero tienen que hacer las propuestas. Si no, que reconfiguren los fondos porque una ley sin fondos es letra muerta”, sentenció.