Jóvenes y adultos salieron temprano de sus hogares a ejercer su derecho al voto. Unos, dejaron en manos de Dios el resultado y otros, como la joven Naishaly Castro, de 19 años, votaría por primera vez “por votar”.

A media hora de abrir el portón de la escuela elemental Juan B. Huyke, en Altamesa, Río Piedras, decenas de personas aguardaban con tranquilidad para elegir a sus candidatos y el estatus de su preferencia.

Luis R. González dijo estar confiado en el proceso, aunque la posibilidad de que los electores inactivos pudieran votar, le provocó intranquilidad.

“Quiero que se arregle el país ya”, dijo González, quien anunció que votaría para la gobernación por el aspirante popular Alejandro García Padilla. “Y conste que yo era penepé”, advirtió el elector, que era empleado de la Telefónica en los tiempos en que fue vendida.

Belén Fonseca, por su parte, salió a las 7:30 de la mañana de su casa, luego de haber descansado anoche en sus oraciones.

“Ya yo oré; se lo puse en las manos del Señor y espero en el Señor que así sea”, dijo Fonseca, acompañada de su vecina Alicia Atiles, quien también dejó el resultado en manos de Dios.

La escuela Juan B. Huyke abrió con varios minutos de retraso debido a una diferencia entre los inspectores del Partido Popular Democrático y del Partido Nuevo Progresista, en torno a si los inspectores suplentes podían o no iniciar las papeletas.

En este colegio sólo hay un coordinador del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP). En el interior del colegio no hay funcionarios ni del PIP ni de los partidos minoritarios.