No será solo un puente, sino un tributo a seis vidas y una memoria permanente sobre las consecuencias fatales de violar las leyes de tránsito.

La tragedia de El Prado, el choque que provocó la muerte de seis peatones, movió la voluntad de funcionarios y un año después del desgarrador suceso las autoridades gubernamentales confirmaron la construcción de un puente peatonal sobre la carretera PR-181, que además de evitar otros accidentes de tránsito recordará a las víctimas a través de su diseño.

La estructura tendrá seis triángulos –dos grandes, dos medianos y dos pequeños– que representarán las vidas de Laura Vivas, de 73 años; Raiza Calderón, de 21 años; Anthony Saldaña, de 6 años; Génesis Saldaña, de 9 años; Laura Montalvo, de 3 años; y Amanda Calderón, de 10 meses.

“Me encantó la idea de los triángulos”, comentó a Primera Hora la líder comunitaria de El Prado, Carmen Berríos.

“Quisiéramos que le pusieran al puente Laura Vivas Rodríguez porque ella era la mayor del grupo”, añadió.

La construcción costará $2 millones, de fondos federales ya identificados, y está pautada para iniciar en el verano.

Según el director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras y Transporte (ACT), Javier Ramos Hernández, la entidad gubernamental decidió honrar a las víctimas porque “nos hemos familiarizado y sensibilizado con estas pérdidas. Queremos que seamos más conscientes en la carretera, que haya mayor precaución, y que respetemos a los peatones y a los ciclistas. Que haya mayor paciencia y evitemos los accidentes que ponen en luto a las familias puertorriqueñas”.

Para cuando inicie la obra, Jonathan Soto Bonilla, alias “787”, deberá estar cumpliendo la sentencia que se le fijará el próximo 7 de febrero por provocar las muertes tras conducir a exceso de velocidad, de forma negligente y temeraria. Su sentencia será un alivio de justicia en medio de la pesadilla de El Prado. “Ese día yo estaba ahí, conversando, cuando siento el ruido y embalamos a correr”, narró Berríos. Al llegar, la mujer quedó espantada con la escena que siguió al choque ocurrido mientras las víctimas esperaban para cruzar en un islote entre de la vía. “¡Horrible! Vi todos los cuerpos tirados...”, añadió.

Le siguieron actos fúnebres simultáneos y multitudinarios y un proceso de sanación colectivo promovido por diversos sectores del País. “Había gente que estaba en crisis, llorando todo el tiempo, recordando todo el tiempo... Eso con las terapias ha mejorado bastante... Las heridas están sanando poquito a poco y las lágrimas van disminuyendo”, señaló la líder comunitaria.

Varios días después del evento, el 26 de febrero, la noticia de la extradición del entonces sospechoso –acompañada de una inolvidable foto en la que su rostro parecía regado por una nevada en Nueva York, donde lo arrestaron– ofreció las primeras señales de justicia.

Borrar aquella noche

Mañana, en las páginas de esta historia, se escribirá un nuevo capítulo cuando la comunidad recuerde la tragedia con una vigilia ecuménica, que incluirá el encendido de velas, para tratar de borrar aquella noche por otra de esperanza.

“Hay mucha gente que todavía está lastimada. Hay mucha gente que tiene esa visión, ese recuerdo de esa noche y queremos borrar eso con otra noche, con una noche alegre”, compartió el padre de Anthony y Génesis, Rafael Saldaña.

A él, el diseño del puente lo emocionó mucho. “Uno va a recordar (cada vez que pase por ahí), aunque uno no los va a olvidar...”, compartió.

En el caso de Yazmín Silva, abuela de Yaiza Montalvo, única sobreviviente, la construcción debió haber ocurrido “mucho antes de que hubiera pasado todo esto, pero nunca es tarde, verdad, muchos nos vamos a beneficiar de ese puente”.

Según Berríos, la instalación de un puente era una petición que la comunidad había hecho en el 1999 y el 2003.

“No es hasta que ocurre la tragedia, como siempre, que el gobierno accede”, acentuó.