Washington- La posibilidad de un rescate financiero a Puerto Rico será "más probable" si el Senado no actúa cuanto antes para lidiar con la crisis de deuda en ese territorio, aseguró hoy la Casa Blanca, que advirtió de las "graves consecuencias" de esa inacción para los puertorriqueños.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, urgió al Senado a aprobar antes del viernes el proyecto de ley bipartidista conocido como "Promesa", para evitar que la isla incurra a partir del 1 de julio en un nuevo impago.

"(Este proyecto de ley) no es un rescate, pero un rescate es algo que se vuelve más probable si el Congreso no actúa. Y ese es un escenario que tanto los demócratas como los republicanos en el Congreso deberían evitar", dijo Earnest en su conferencia de prensa diaria.

El portavoz advirtió de que, si el Senado no actúa antes del viernes, "es ciertamente posible que nos encontremos en una situación en la que el Gobierno puertorriqueño tenga que tomar medidas drásticas".

Entre ellas, citó "el envío de empleados federales a casa sin sueldo, el despido de policías o maestros y trabajadores sanitarios", o "la posible necesidad de cortar servicios de autobús público o de tren".

El 1 de julio vencen bonos por valor de cerca de 2.000 millones de dólares, de los que unos 700 son obligaciones generales.

Ese tipo de bonos están garantizados por la Constitución de Puerto Rico, que establece que su pago será prioritario por encima de cualquier otro gasto público al que tenga que hacer frente la isla, incluida la financiación de servicios públicos básicos.

"Esperamos poder evitar una situación en la que los funcionarios de Puerto Rico tengan que elegir entre esas dos cosas, pero hay graves consecuencias si el Congreso no actúa", subrayó Earnest.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, dejó clara en mayo su oposición a un "rescate de Puerto Rico a cargo del contribuyente" estadounidense, y se esforzó en impulsar el proyecto de ley "Promesa", aprobado finalmente el pasado 9 de junio por la Cámara Baja.

La Casa Blanca y el Gobierno de Puerto Rico están presionando para que el Senado apruebe ese mismo proyecto de ley esta semana, lo que dotaría a la isla del marco legal necesario para declararse en quiebra y renunciar al pago de la deuda sin que los acreedores puedan demandarla ante los tribunales estadounidenses.

El secretario del Tesoro, Jack Lew, se reunió hoy con varios senadores demócratas para instarles a apoyar la medida, criticada por algunos políticos de ese partido.

La ley crearía una junta de control fiscal sobre el Gobierno puertorriqueño que tendría más poderes que el propio Ejecutivo local, y podría incluso modificar las normas sobre salario mínimo y compensación de horas extra, lo que preocupa a algunos demócratas.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo hoy que él respaldará el proyecto de ley "Promesa", pero no aclaró cuántos legisladores de su partido apoyan la medida, que necesita 60 votos para salir adelante.

El proyecto de ley podría votarse a partir de este miércoles en el Senado, aunque esa votación podría retrasarse si se le añaden enmiendas, como quiere el senador demócrata Robert Menéndez.