El proyecto del presidente de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez, que busca agilizar los procesos de adopción en Puerto Rico será enmendado para ajustarlo a la jurisprudencia federal que validó los matrimonios entre parejas del mismo sexo.

El presidente de la Comisión de Gobierno de la Cámara, Jorge Navarro Suárez, admitió el viernes en una vista pública que la medida tiene que ser corregida porque ignora la doctrina establecida por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en 2015.

“Hay que acatarlo porque ya hay un precedente a nivel federal. No podemos legislar y excluir algo que ya está adjudicado”, dijo Navarro Suárez al tiempo que fustigó a las escuelas de Derecho de la Universidad Católica, Universidad Interamericana y de la Universidad de Puerto Rico, porque  fueron citadas y no se presentaron a la  vista pública en la que se evaluaría el  proyecto (P. de la C. 29).

Navarro Suárez dijo que “lo importante” de la medida  es que propone reducir a 75 días el término del proceso de adopción, que en muchos casos tarda hasta años. “Por eso es importante que cada uno de los deponentes exprese su sentir, dónde es que están los tropiezos, cuáles son las piedras que hay que mover porque a veces los jueces no tienen las herramientas para tomar unas determinaciones”, sostuvo.

Indicó que al menos habrá dos vistas públicas adicionales antes de rendir un informe y llevar la medida ante la consideración del pleno de la Cámara.

Mientras tanto, el autor de la medida admitió que no podían ir en contra de lo que está establecido en ley.

Cuando se le preguntó por qué radicó entonces  la medida con el lenguaje del Código Civil de Puerto Rico, que solo reconoce el matrimonio entre hombre y mujer y  no ha sido atemperado a la doctrina federal, el presidente de la Cámara indicó que el proyecto había sido redactado “desde el año pasado”. No obstante, añadió que ningún proyecto está escrito en piedra. 

“Puede que haya sido un error, pero no hubo intención de violentar ningún tipo de derecho”, sostuvo Méndez. Dijo que sus creencias no podían ir por encima del tribunal. 

“Mi intención es acelerar el trámite de adopción”, subrayó el legislador, quien fue adoptado cuando tenía un año de edad y no fue hasta que cumplió los 19  que sus padres adoptivos pudieron completar legalmente el proceso. 

Se le preguntó también si iba a cambiar  el lenguaje de la medida y su respuesta fue: “Ya a veces no sé si mi opinión vale para algo. Voy a dejar que las comisiones trabajen el proyecto”. 

Por su parte, el representante popular Luis Vega Ramos dijo que en cuanto a que el proceso de adopción “sea más humano”, considera que hay acuerdo en la Cámara, pero “si le añades la píldora divisiva y venenosa de traer la discusión de identidad de género y orientación  sexual como prerrequisito para adoptar en Puerto Rico, generas una división donde debería haber una búsqueda de consenso”.