El presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier), Ángel Figueroa Jaramillo, denunció este lunes que las medidas implementadas para reestructurar la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en lugar de mejorar la eficiencia de la corporación pública, lo que hacen es garantizar el pago a los bonistas.

El líder sindical explicó que en su lugar, las decisiones tomadas por la oficial de restructuración de la AEE, Lisa Donahue, y la gerencia de la corporación han provocado el deterioro de los servicios a los abonados y alegó aumentos registrados en las facturas de electricidad.

“Todas estas medidas que aseguran un gran deterioro y eventual destrucción de nuestra primera industria no están dirigidas a mejorar la eficiencia, la productividad y la calidad del servicio que se presta a los abonados, sino a maximizar el rendimiento económico, llevando la AEE hasta su límite de utilidad para asegurarle el pago a los bonistas”, expresó Figueroa Jaramillo durante una conferencia de prensa, celebrada en el lado norte, donde la unión mantiene un campamento.

Mencionó por ejemplo, que el deterioro se ha visto en el proceso de reclutamiento de empleados y la preparación del personal, la sustitución del turno nocturno del servicio por teléfono por una firma privada, en el manejo de las brigadas de desganche, el traslado de empleados y la centralización de los despachos de servicio.

“Es precisamente desde estos neurálgicos centros de técnicos desde donde salen los celadores de mayor clasificación y por ende, experiencia, a realizar las reparaciones para reestablecer el servicio en situaciones de emergencia”, explicó.

“Ahora se pretende centralizar esta última función del despachador desde lugares donde el personal nunca ha trabajado. Esto dará lugar, una vez más, a dificultades que necesariamente atrasarán las reparaciones y el restablecimiento del servicio, a la misma vez que se aumenta el riesgo de los accidentes de los trabajadores”, abundó.

Figueroa Jaramillo mencionó como ejemplo los casos de los despachos de Humacao y Barranquitas, que la AEE pretende centralizar en Caguas. Anticipó que lo mismo se hará con las de San Sebastián, Aguadilla y San Germán, que organizarían bajo la oficina de Mayagüez, Utuado, Manatí y Quebradillas, se dirigirían desde Arecibo, y Guayama, Yauco y Santa Isabel, desde Ponce.

“Cada día la AEE se hace menos accesible, limitando las facilidades para obtener servicios de la corporación pública y generando múltiples incomodidades a los usuarios que puedan llegar a las atestadas oficinas”, opinó el presidente de la Utier.

Afirmó que las economías que producirá la reorganización de los centros de despacho rebotarán en la vida de los trabajadores y la degradación del servicio a los clientes de la AEE.

Sobre el reclutamiento y preparación del personal, enfatizó el caso de los celadores de líneas, en el que aseguró que se violan los criterios de “idoneidad, experiencia y formación” en una escuela que, a su juicio, “está destinada al fracaso” debido a que preparará a estos servidores en condiciones deplorables e inseguras a nivel ocupacional.

En febrero pasado, Donahue aseguró no entregaría a los bonistas el plan comprensivo para la reestructuración de la AEE. La corporación tenía programado presentar el plan a los bonistas el 2 de marzo. En cambio, la AEE, a través de su oficial de reestructuración les pidió más tiempo para transformar la atribulada corporación.

Sin embargo, Figueroa Jaramillo afirmó hoy que los bonistas no aceptaron el plan de negocios preparado por Donahue por considerar que todas las medidas ya impuestas no garantizaban el repago de sus inversiones.

“De ahí, que se haya hecho pública la necesidad de tiempo adicional”, subrayó el líder sindical quien sostiene que en aras de complacer a los inversionistas locales y extranjeros aumentarán las facturas de electricidad.

“Muy pronto estarán haciéndonos pagar más por un peor servicio y con el agravante de destituir sistemáticamente nuestra AEE”, expresó.