Amparado en el recuerdo de la muerte de cuatro miembros de una familia durante el paso del huracán Hortense, el alcalde de Guayama, Eduardo Cintrón, urgió a los residentes del municipio a buscar resguardo en un lugar seguro ante la cercanía de María.

“No queremos perder ninguna vida. Ya Guayama ha vivido eso”, expresó el primer ejecutivo municipal.

En 1996, durante la embestida de Hortense, el río Guanamí se salió de su cauce y penetró una vivienda. Allí, fallecieron Esteban Gómez, su esposa, un hijo y una nuera. 

El rescate de otra de las integrantes de la familia, de apenas 1 año, fue captado por el lente del fotoperiodista John McConnico. La imagen permanece intacta en la memoria colectiva.

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Más de 20 años después, Guayama se perfila como el punto de entrada, mañana en la mañana, del ojo de María, huracán de categoría 5.

“Acabamos de recibir la alerta sobre los vientos de 175 millas por hora que nos despierta una gran preocupación, por eso, le hemos rogado a la ciudadanía que se mantenga en lugares seguros, para evitar fatalidades”, expresó Cintrón.

El municipio cuenta con cuatro refugios activos, en los que se ha recibido un total de 194 personas.

Específicamente, la escuela Francisco García Boyrie fue habilitada para recibir personas encamadas, enfermos y sus familiares. En el plantel había registrados, hasta las 9:30 p.m., unas 23 personas.

“Ya estamos próximos a finalizar el traslado a los refugios. Tiene que llegar el momento en que termine esta labor. Hicimos toda la preparación. Entendemos que nuestros planes han sido ejecutados bien y solo nos queda esperar la voluntad de Dios y de la madre naturaleza”, manifestó el alcalde.