La Junta Examinadora de Psicólogos tendrá que elaborar un examen de reválida local como requisito para licenciarse en esta profesión, luego de que se convirtiera en ley el Proyecto de la Cámara 2443.

De este modo, se cumple la petición de varios grupos de psicólogos para que se restituyera la reválida puertorriqueña que desapareció con la aprobación de la Ley 281 de 2012, la cual impuso el examen desarrollado por la Association of State and Provincial Psychology Boards (ASPPB).

Las críticas de los psicólogos puertorriqueños al Examination for the Professional Practice of Psychology (EPPP) de la ASPPB se centran en que no se ajusta a la realidad de la práctica en Puerto Rico, lo que ha tenido como consecuencia que desde su implementación en el 2013 prácticamente nadie lo haya aprobado.

No obstante, esa prueba se mantiene como opción para los aspirantes a psicólogos en la Isla. Esto, a pesar de que en la nueva ley se le atribuye crear “un desfase en los aspirantes a tomar la reválida”, de afectar “negativamente el futuro de la profesión de la psicología” y de provocar “una crisis al no tener nuevos profesionales de psicología revalidados”.

El secretario de Estado y gobernador interino, Víctor Suárez, firmó el informe de conferencia del P. de la C. 2443 el pasado viernes. El estatuto todavía no tiene un número asignado, ya que falta completar el proceso administrativo que incluye notificar a los presidentes de Cámara y Senado, y al Departamento de Estado, sobre la aprobación de la ley, informó este lunes La Fortaleza.

La ley establece que la Junta Examinadora de Psicólogos tiene 180 días, a partir de su aprobación, para preparar el reglamento que regirá el nuevo examen. Luego, tendrá nueve meses para completar la reválida, que deberá recoger “los conocimientos en áreas fundamentales de la psicología, así como la capacidad del candidato para integrar y aplicar dicho conocimiento al ejercicio eficiente, ético y responsable de la profesión de la psicología en base a la idiosincrasia de nuestro país”.

La Junta ofrecerá la reválida criolla por lo menos dos veces al año. Tanto el examen local como el EPPP se ofrecerán en español e inglés. El EPPP se tomará, como al presente, junto a un examen de competencias en asuntos éticos, legales y profesionales elaborado por la Junta.

La ley dispone, además, que el Departamento de Salud de Puerto Rico asignará el personal y el dinero necesario para cumplir este mandato.

“Como medida transitoria, la Junta ofrecerá un examen de reválida transitorio que cubrirá las 10 áreas establecidas hasta el 2013. Para esto, la Junta podrá tomar en consideración el banco de preguntas utilizadas en exámenes previos. El examen será transitorio y se ofrecerá en sólo dos ocasiones en el periodo de un año”, lee el estatuto.

El examen de reválida transitorio deberá estar listo en tres meses a partir de la aprobación de la ley y se impartirá dos meses después de publicarse la convocatoria. El criterio de aprobación será igual al del examen de reválida ofrecido hasta el 2013.

Jubilosa la Asociación de Psicología

“Esta es una tremenda noticia. Hay una gran emoción entre los colegas”, reaccionó el presidente saliente de la Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR), Julio Santana Mariño.

“Tiene importancia para nosotros esa firma por cuatro razones fundamentales. Con esta ley se podrían licenciar cerca de 400 aspirantes que estaban pendientes, se ratifica la confianza del gobierno en los profesionales del país de que somos capaces de ejercer nuestro propio licenciamiento, posibilita un mayor acceso de la población a los servicios de salud mental y reivindica el trabajo solidario de los diferentes grupos profesionales que nos unimos por primera vez en mucho tiempo para hacer un reclamo en defensa de los mejores valores de la psicología en Puerto Rico”, expuso el también director del Programa de Psicología Clínica de la Universidad Carlos Albizu.

Al preguntarle a quiénes recomendaría para la elaboración del nuevo examen, Santana Mariño respondió que “existen grupos de psicólogos y psicómetras en diferentes universidades de Puerto Rico con competencia para desarrollar ese examen en el tiempo y con la calidad que se requiere, por lo que exhortamos a la Junta Examinadora a explorar su disponibilidad”.

También recomendó que el costo que se determine para la reválida no resulte oneroso para los candidatos.