La líder del grupo magisterial Educamos, Eva Ayala, dijo hoy que la designada secretaria de Educación, Julia Keleher, le confirmó que continuará la práctica de cierre de escuelas.

Ayala dijo que se reunió con Keleher por espacio de poco más de una hora el martes en la que se discutieron numerosos temas, como la politización del departamento, las pensiones de los maestros y la falta de equipo.

Sobre el tema del cierre de escuelas, Ayala dijo que Keleher le indicó que sí habrá más escuelas a ser cerradas, esto en seguimiento de directrices de la Junta de Supervisión Fiscal.

“Le llevamos una serie de demandas y preocupaciones de los maestros y dentro de esas preocupaciones está el cierre de escuelas y ella nos dijo categóricamente de que se cerraran escuelas, de que sí habrá cierre de escuelas”, dijo Ayala.

Keleher no precisó cuántas escuelas serían clausuradas, pero “sí van a evaluar los criterios que se están tomando para el cierre de escuelas”, según Ayala.

El pasado gobierno cerró más de 250 escuelas la mayoría en áreas rurales distantes, dijo Ayala.

Ayala le pidió a Keleher que reconsiderará el cierre de algunas de esos planteles clausurados bajo la pasada administración por el efecto de estas decisiones en los estudiantes, en especial en los de educación especial que se ven más afectados por escasez de recursos.

“Le manifestamos que evaluara las escuelas que se habían cerrado al momento, que eran escuelas de lugares aislados y empobrecidos del país, que es como si les estuviéramos distanciando el derecho a  la educación de esos estudiantes”, indicó.

Sobre el regreso a clases mañana de los cerca de 400,000 estudiantes del sistema –ayer regresaron los maestros y hoy los padres buscan las evaluaciones de sus hijos-, Ayala dijo que ha recibido informes de escuelas donde todavía no se han hecho nombramientos de maestros en materias como inglés, matemáticas y educación física.

Asimismo, hay situaciones particulares como maestros en Aguada que han llegado a sus planteles para encontrarse que han sido declarados “excedentes”, y una directora en Trujillo Alto que no le permitió a los maestros entregar las notas a los estudiantes, sino que se designó a otro personal, lo que dificulta que los padres puedan cuestionar las evaluaciones dadas a sus hijos.

También hay niños de educación especial que siguen sin las terapias que se supone que comenzarán a recibir desde agosto.