No obstante, algunos coinciden en que sí hay algo en lo que tiene razón el presidente estadounidense: que muchos políticos del patio no han hecho bien su trabajo y son responsables por la debacle económica que atraviesa la Isla. 

“No sé por qué lo dijo. Él es un loco. Son loqueras de él. Hace cosas buenas y cosas malas, pero es un loco”, dijo José Ramón Olmos, de Trujillo Alto. “Él es comerciante, y todo lo que haga tiene que ser en favor de él”. 

Evelyn Díaz, natural de Santurce pero residente en Orlando, consideró que las expresiones de Trump no tienen el respaldo de la gente. 

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“Es la opinión de él. Pero no es la opinión de todos los que viven en los Estados Unidos. Un gran por ciento no lo respalda. Él no tiene credibilidad ninguna y está cerca de un impeachment (destitución). Él habla desesperado, cosas que no tienen sentido”, afirmó Díaz. 

Para Alberto Cabrera, de Dorado, lo que ocurrió es algo que se veía venir, porque el liderato estadista no ha sido firme al pedir la estadidad. 

“La estadidad hay que pedirla de frente. Esto se lo ha ganado el liderato estadista. Las cosas hay que pedirlas de pie, sea estadidad o independencia, no de rodillas. Uno está cansado de ver las humillaciones. Mira todo el desastre después de María. Y (Carmen) Yulín (Cruz) es la única que le ha hecho frente, la única con los pantalones bien puestos. Trump es un charlatán”, afirmó Cabrera. 

Para Judith Sánchez, de Carolina, las declaraciones del presidente no causan sorpresa. 

“No me sorprende lo que dice. Como puertorriqueños, tenemos que estar claros que los americanos no nos quieren. Si el Congreso no ha tomado una decisión es porque no nos quieren. Así que tenemos que definirnos primero. Eso fue una humillación total. Ha sido una humillación tras otra. El presidente no merece el más mínimo respeto. Es un narcisista”, afirmó Sánchez. 

Edwin Ortiz, de San Lorenzo, cree que las palabras de Trump serán una cuestión pasajera. 

“Esto no va a trascender. No creo que él vaya a ganar otra vez. A él le queda poco tiempo. Además, hay un Congreso y un Senado, él no es el único. Y hay quien quiere que Puerto Rico sea estado. Así que eso es pasajero. Y él cambia de opinión todos los días, no se le puede creer nada”, dijo Ortiz, aunque aclaró que “tiene algo de razón, porque los políticos quebraron el país”. 

Mirna Rivera, de Gurabo, considera que las expresiones que hizo el presidente son indignantes.

“Son declaraciones propias de él. Eso lo distingue. Merece indignación porque trata a uno como inferior. Él no sabe que aquí los políticos y dirigentes cambian cada cuatro años. Hoy está Carmen Yulín pero mañana puede ser otro. No puede generalizar”, aseveró Rivera.