A través de la historia las protestas civiles se han transformado.

No sólo han cambiado los reclamos sociales del pueblo sino también cómo se transmite ese repudio a las masas y, sobretodo, a sus gobernantes. Las consignas y carteles han sido sustituido –no eliminados– por diversas manifestaciones, muchas de ellas artísticas y culturales.

En una semana donde localmente  se avecina una ola de protestas por motivo del anuncio de la imposición del Impuesto del Valor Agregado (IVA), presentamos un breve escogido de algunas protestas que han resonado mundialmente a través de los medios de comunicación.

El Occupy Movement, uno de estos grandes movimientos, tuvo su presencia en la Isla.  Aquí, el movimiento se asentó en el parque José Gándara, entre las avenidas Roosevelt y Muñoz Rivera, en San Juan, en octubre de 2011. Surgió como reclamo de igualdad social y económica. Durante el campamento, los integrantes del movimiento, la mayoría jóvenes, realizaron marchas e hicieron labores de limpieza en el área.

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1. Los paraguas:

Junto son las cintas amarillas, los paraguas se han convertido en el ícono extraoficial de las protestas en Hong Kong. Inicialmente, fueron llevadas por los manifestantes para taparse del sol y la lluvia pero terminó siendo su modo de protección cuando las autoridades le lanzaron humo y gasa lacrimógenos. Desde entonces, las imágenes y los diseños de paguas han circulado como símbolo de solidaridad. "El paraguas se ha transformado de un objeto cotidiano normal a un símbolo de desafío, un símbolo de resistencia", dijo a la BBC el artista de Hong Kong, Kacey Wong.

2. Los cacerolazos:

Es una forma de protesta en que los manifestantes hacen saber su descontento mediante ruido acompasado (típicamente golpeando cacerolas), sea a una hora acordada de antemano o en forma espontánea. Pueden participar desde sus propias casas y sin necesidad de concentrarse en un lugar determinado, asomándose a ventanas y balcones.  Desde los primeros cacerolazos de los que se tiene registro, que tuvieron lugar en Chile entre 1971 y 1973, este tipo de protesta se había circunscrito casi exclusivamente a Sudamérica, aunque posteriormente se la ha visto también en España, en donde se le llama cacerolada, y en Italia. 

3. Primavera Árabe:

Es el nombre con el que mediáticamente se ha identificado la serie de manifestaciones de carácter popular y político que se sucedieron en la región árabe desde inicios del 2011 y que condujeron a la caída de las dictaduras de Ben Ali en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto. Algunos analistas internacionales han encontrado puntos de similitud entre la Primavera Árabe y las manifestaciones anticrisis en Europa, Asia y Estados Unidos. Los analistas más neutrales atribuyen el inicio de las manifestaciones a la crisis económica y el impacto de esta en la región. Otros dicen que es producto de la madurez de una sociedad harta de la repartición de las riquezas nacionales y deseosa de mayor participación.

4. Occupy Movement:

Se conoció así a la rama internacional del movimiento Occupy Wall Street en contra la desigualdad social y económica en todo el mundo. Los grupos locales a menudo tienen diferentes enfoques, pero entre las preocupaciones principales del movimiento era cómo las grandes corporaciones y el sistema financiero mundial controlan el mundo de una manera que beneficia desproporcionadamente a una minoría, socava la democracia, y es inestable. La primera protesta Occupy en recibir amplia atención fue Occupy Wall Street en Nueva York, que comenzó el 17 de septiembre de 2011. El 9 de octubre, protestas habían tenido lugar o estaban en curso en más de 951 ciudades a través de 82 países, y más de 600 comunidades en los Estados Unidos.

5. En faldas:

Hombres vistieron faldas en Turquía en protesta  por la violación y asesinato de una estudiante. La manifestación fue anunciada por un colectivo a través de las redes sociales –algo muy común en estos tiempos. Fue también un método para denunciar la violencia machista. El Gobierno, que  ha sido cuestionado y acusado de negligencia, prometió castigar a los autores del crimen. Pese a la promesa, la oposición y los movimientos feministas reprochan al presidente Recep Tayyip Erdogan y a los miembros de su partido, por alimentar la violencia contra la mujer con prejuicios religiosos.