A poco más de un día de que se celebre el quinto plebiscito sobre el status político de la Isla, el senador republicano Marco Rubio y el representante demócrata Steny H. Hoyer han dado a conocer sus posturas a favor de la participación en la consulta electoral bombardeada por la oposición con un boicot. 

Para el gobernador Ricardo Rosselló Nevares, el apoyo de Rubio es la “validación del proceso. El senador Marcos Rubio, ciertamente un gran líder del Partido Republicano -fue uno de los principales candidatos a la presidencia-, le agradezco ese apoyo”.

En su cuenta de Twitter, Rubio alentó a los electores a participar porque “tendrán la oportunidad de expresar su preferencia sobre el status político futuro de la Isla”.  

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De igual forma, el gobernador subrayó el apoyo de Hoyer porque favoreció la estadidad por encima del status territorial actual y la libre asociación/independencia, las otras dos alternativas en la consulta electoral de este domingo. 

“Así que hemos vistos un sinnúmero de congresistas que han podido favorecer este esfuerzo... demostrando que la demagogia tratando de minimizar el impacto de este plebiscito no es correcta, que están escuchando a Puerto Rico”, expuso el gobernador. 

“Hay gran interés en este asunto de Puerto Rico y lo que nos compete ahora en las próximas horas, a todos los puertorriqueños, es asegurarnos que salimos a votar, que escogemos nuestra opción de preferencia… los votos son los que dictan la política pública de nuestro pueblo”, agregó.

Hoyer, segundo demócrata de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, dio a conocer hoy en declaraciones escritas que “los puertorriqueños tendrán la oportunidad este fin de semana de elegir el futuro estatus de su Isla. Espero que voten a favor de la estadidad y sigan formando parte de nuestro país como un miembro pleno e igual de nuestra unión. Los puertorriqueños, todos ciudadanos americanos, han formado parte de la familia americana por generaciones, y los lazos entre la Isla y los estados continentales son muy profundos. En última instancia, el Congreso debe respetar la decisión del pueblo puertorriqueño mientras eleva su voz mediante las urnas”.