La ceremonia del entierro de la sardina es una conmemoración de lo más curiosa.

Van los “dolientes” cargando un féretro donde va una sardina  hecha en papel, tela o cualquier otro material. Llegan a un punto determinado y allí la queman o la entierran. La idea es que esa sardina representa las cosas malas que han sucedido a lo largo del año que recién acabó. Con el acto simbólico de enterrar o quemar al pez se dejan atrás esos problemas y se da paso a la Cuaresma.

Como usted debe saber la Cuaresma simboliza el periodo de 40 días y 40 noches que Jesucristo pasó en el desierto antes de la Última Cena y de posteriormente ser crucificado y que especialmente los católicos y anglicanos guardan con una serie de rezos y sacrificios, como dejar de comer carnes los viernes, para conmemorar que el hijo de Dios murió para redimir los pecados del mundo.

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Pero cuando el alcalde de Guaynabo tuvo que explicar la ceremonia de la sardina que se celebró anoche en su municipio como punto final al Carnaval Mabó, tuvo un pequeño desliz y mencionó que es una tradición con raíces indígenas.

“La tradición de la sardina es una costumbre indígena que cuando llegaban las fiestas de la aldea todas esas cosas que ellos tenían de pertenencias las llevaban al río, las enterraban, las quemaban y eso es lo que llaman  el entierro de la sardina. Es una tradición indígena que se usaba mucho aquí en Guaynabo”, aseguró el alcalde en un aparte con Primera Hora.

Cuando se le preguntó qué cosas le gustaría a él enterrar y olvidar de lo que sucedió el año anterior,  se echó una carcajada.

“Yo tengo muchas cosas buenas,  no hay nada malo que tenga que enterrar… al contrario, lo que tengo que recordar son cosas buenas y quizás  si hago un rito religioso en el río, sería para recordar  las cosas buenas y las cosas que he logrado durante este año en beneficio de nuestro pueblo ”, afirmó el alcalde.