La esperanza comenzó a asomarse hoy, miércoles, en el barrio Mamey de Gurabo, cuando un oasis llegó a esta comunidad, que se vio seriamente afectada tras el azote del huracán María por el país. 

María Esther Padilla y Luis Senque llegaron un poco antes de mediodía hasta el oasis ubicado en la zona, cargando con dos drones azules en su carro. Con mucha paciencia fueron llenando poco a poco los contenedores hasta abastecerse con suficiente agua para pasar los próximos días. 

“Compramos unos paquetitos de agua para beber, pero cómo está la cosa, no sabemos hasta cuánto esto va a durar, así que ahora hay que cogerlo suave y usar esta agua con moderación”, expresó María Esther Padilla, quien no cuenta con servicio de agua potable desde el paso del huracán Irma, a principios de mes. 

Relacionadas

Una de las necesidades apremiantes en el municipio de Gurabo es precisamente el suministro de agua, según informó ayer Lila Carrasquillo, directora de relaciones pública y prensa del municipio. El 100% de la población se encuentra en estos momentos sin agua, lo que representa un problema mayor. 

La situación se complica porque el municipio puede suministrarle agua al 65% de la población a través de la planta de filtración Jardines de Gurabo, pero no hay combustible para hacer funcionar el generador. 

“Necesitamos diésel para poder llenar los generadores de las plantas de bombeo de acueducto para que por lo menos parte del pueblo pueda tener agua e impactar a los barrios más necesitados con los oasis”, precisó Carrasquillo. 

La alcaldesa, Rosachely Rivera, salió esta mañana hacia el Centro de Comando del Gobierno de Puerto Rico, ubicado en el Centro de Convenciones en San Juan, para ver si podía coordinar alguna estrategia con el gobierno central y resolver el problema, según se informó. 

Mientras tanto, el municipio ha resuelto con varios camiones y oasis que ha suministrado la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA). El martes llegó un oasis y dos camiones con agua, y hoy, miércoles, cuatro camiones y un oasis, los cuales se ubicarían en distintos horarios en los barrios Santa Rita, Masas, Jagual, Hato Nuevo, Mamey y Navarro. Estos camiones también suplirían agua a los nueve centros de envejecientes del pueblo y al único refugio que permanece abierto en la escuela Margarita Rivera de Janer, el cual cuenta con 92 refugiados. 

La directora de relaciones públicas y prensa del municipio dijo que los barrios más afectados por el huracán María son los que están ubicados en los puntos más altos: Jagual, Mamey, Santa Rita y Masas.  Estas zonas, que antes estaban protegidas por la vegetación, ahora son un gran bosque seco, con túneles de cables y tendido eléctrico. Muchas casas en madera y zinc fueron derribadas, como la de Ana López Goitía, en el barrio Mamey, que quedó sin techo y sin ventanas. 

“Llevo viviendo aquí hace 30 años. Ahí pasé Hugo, Georges, Irma y María, que fue la que me llevó la casa”, lamentó López Goitía, quien se refugió con unos familiares en una casa vecina. 

Los residentes que se han visto afectados, el municipio los está atendido en lo que han llamado Centros de Distribución y Querellas, los cuales están ubicados en once zonas del municipio. Esto permite que los ciudadanos puedan recibir los servicios básicos sin la necesidad de trasladarse hasta el centro del pueblo.

“Los hemos abiertos en centros comunales y en algunas iglesias para atender a las personas. Esas querellas y situaciones que se registran se reportan aquí, en el Centro de Manejo de Emergencias, y las vamos canalizando. En cada centro estamos supliendo unas boletas de alimentos para los que más necesiten, así como ropa y agua. La idea es que los ciudadanos no tengan que ir todos a un solo sitio, sino que somos nosotros los que llevamos según las necesidades”, explicó Carrasquillo. 

En cuanto a los servicios médicos, Alexis Dávila, director de Manejo de Emergencias de Gurabo, destacó que el Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) está operando de manera limitada y que los casos de emergencia los están trasladando al Hospital HIMA de Caguas. “Lo que estamos haciendo es tratar de darle el tratamiento inicial nosotros acá con medicamentos en las guaguas, para estabilizar a esos pacientes y no tener que transportarlos”, comunicó. Otro servicio que están dando es proveyéndole hielo a las personas diabéticas para que puedan conservar la insulina. 

El Cerro

Además de las zonas rurales, el barrio El Cerro, ubicado en el pueblo, también sufrió los efectos del huracán María. Varias propiedades perdieron techos, ventanas y hasta sus terrazas de zinc. Tal fue el caso de Esther Ramos, a la que los fuertes vientos le hicieron añicos su terracita. 

“Mira esto, nena”, dijo mientras mostraba lo que había quedado de su patio. “Pero gracias a Dios estamos vivos porque aquello fue horrible yo pensaba que el cielo se iba a caer”, comentó sobre los vientos del ciclón que azotó el pasado miércoles al país. 

A pesar de la situación que vive, Esther Ramos ha sacado tiempo para ayudar a sus vecinos. “Me preocupa que no tengamos ni agua ni luz ni alimento. Mira, hay que coger hasta los guineítos flacos y cocinarlos. Yo estoy haciendo esto con bacalao para llevarle a los vecinos porque aquí vive mucha gente mayor”, expresó, mientras batía el agua con los guineos que cocinaban en una estufa de gas y que reflejaban que a pesar de la tormenta siempre hay espacio para la solidaridad. 

Otros datos: 

- Las estructuras del municipio fueron seriamente afectadas por el huracán. La alcaldía, el parque de soccer, el coliseo y el parque de pelota, sufrieron daños. 

- La Oficina de Manejo de Emergencias rescató a 25 familias el pasado jueves en la noche, luego que el Río Gurabo se saliera de su cauce afectado a varias casas del pueblo.

- En Gurabo todavía no hay comunicación. Solo en algunas zonas se coge señal de Claro. 

- Al igual que en otros pueblos del país, las filas en las gasolineras en Gurabo son prácticamente interminables. Esa escena se repite en los bancos, así como en los colmados y otras tiendas de suministros de alimentos.