A pocas horas de terminar su mandato, el gobernador saliente Alejandro García Padilla agradeció a Puerto Rico “por el honor de ser su gobernador por los últimos cuatro años” y reflexionó sobre lo que considera fueron los logros y desaciertos de su gestión, así como otros temas como las críticas en su contra, y en particular aquellas que definió como traición de parte de miembros de su agrupación política, el Partido Popular Democrático (PPD).

Asimismo, en la conversación con la prensa, García Padilla habló sobre sus planes futuros inmediatos, que contemplan su regreso a la práctica de la abogacía.

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“Cualquier crítica superficial es dolorosa”, reflexionó el primer mandatario cuando se le preguntó cuáles de las críticas a su gestión le había molestado más. “Pero la peor es la que viene de la traición, de esas diez personas que criticaron que culminara la transacción del Aeropuerto, y después hicieron lo mismo. Ahí ves la mala fe, la traición, la puñalada trapera. Es algo que no esperas de compañeros”.

García Padilla condenó la crítica “superficial y populista”, y en particular señaló a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.

“Carmen Yulín hizo todo lo que pudo para que el Partido Popular perdiera las elecciones y ella tuviera una opción de aspirar a la gobernación”, condenó García Padilla, reiterando que esa “crítica de la traición” era “la peor”.

Añadió que la alcaldesa capitalina “me quiso” hasta que le aprobó préstamos al Municipio, pero luego llegaron “al extremo” que le aprobaba permisos y luego se los negaba. Afirmo, no obstante, que la alcaldesa se había beneficiado de algunos de sus “logros” como la baja en el crimen y la estabilidad en la Universidad de Puerto Rico.

De hecho, García Padilla afirmó que sentía “mucho orgullo” en dejar al gobernador entrante varias áreas en las que el País está mejor que cuando él llegó a la gobernación. 

En esa lista, García Padilla enumeró: una baja en el crimen durante el cuatrienio con respecto al que le precedió; un menor desempleo y una tasa de participación laboral “un poquito” superior a las que había en el 2012; un avance en área del medio ambiente, con un aumento en las tierras protegidas y la prohibición de las bolsas plásticas que entró en vigor este 31 de diciembre; un crecimiento en la Universidad de Puerto Rico que además vivió cuatro años “en paz” sin que se produjeran manifestaciones mayores; una Policía reformada; las culminaciones de los casos de Educación Especial y Morales Feliciano; la entrada de Puerto Rico en la industria aeroespacial, el establecimiento de la industria del cannabis; la baja en la deuda de Puerto Rico “por primera vez en la historia”; los avances en materia de derechos civiles que hacen que hoy “Puerto Rico es una sociedad menos homofóbica… y menos xenofóbica”.

Por otro lado García Padilla lamentó que no se hubiera adelantado “todo lo que quería” para conseguir que la gente en Puerto Rico dejara de pagar contribución sobre ingresos.

El gobernador saliente además habló de los errores en su administración y destacó como el más significativo no haber hablado claramente del tema de la crisis económica cuando llegó a la Fortaleza. “Traté de no hablar del tema para no crear negativismo. Eso fue un error. El País no entendió la magnitud del problema”, dijo García Padilla, añadiendo que eso había llevado que luego no se aprobaran como quería un sinnúmero de medidas. “Eso fue un error. Y asumo la responsabilidad por eso. Don Miguel Hernández Agosto lo dijo públicamente y tenía la razón”, insistió García Padilla, agregando que no había nada de mal en reconocer la equivocación.

En cuanto a su futuro, García Padilla destacó que volvería “al derecho y a la finca. Vuelvo a ser abogado y agricultor. Voy a trabajar por cuenta propia como abogado”. Agregó que seguiría activo en la política dentro del PPD, pero descartó que fuera a aspirar a alguna posición importante en el gobierno.

García Padilla detalló que, aunque había recibido algunas ofertas de bufetes de abogados, trabajaría solo para evitar cualquier apariencia de favores ya que eran bufetes que han tenido algún contrato con el gobierno.