Una ruta distinta para ayudar a su país fue la que eligió el hijo de un exgobernador y una legisladora, quien, al menos por el momento, decidió darle la espalda a la política partidista y optó por el magisterio.

Sorprendió a muchos este viernes encontrar a Juan Carlos Acevedo Gándara, hijo del exgobernador Aníbal Acevedo Vilá y la representante Luisa “Piti” Gándara, como maestro Montessori en la escuela Luis Lloréns Torres, ubicada en el residencial del mismo nombre.

Rodeado de sus estudiantes, que le profesan evidente cariño, Juan Carlos participó de las actividades que marcaron el cierre de la Semana de la Puertorriqueñidad en la escuela y que fueron apoyadas en esta ocasión por el Senado de Puerto Rico, que ofreció un almuerzo a más de 300 niños que allí estudian.

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“Cuando más joven trabajé en el Fideicomiso de Conservación en unos campamentos de verano en una inversión de naturaleza en el faro de Fajardo y ahí me desempeñé como líder ambiental”, relata el profesor Acevedo Gándara al describir la ruta que lo llevó al magisterio.

“Trabajé con jóvenes y ahí me despertó ese amor por la educación. Me gradué y decidí que eso era lo que yo quería. Me certifiqué como maestro de Montessori y estoy ahora aquí en Lloréns Torres como maestro de Casa de Niños, con niños de tres a seis años”, agrega.

Describe su experiencia educativa con abierto entusiasmo. “Para mí es lo mejor que ha pasado en mi vida. Me siento mucho mejor todavía porque estoy en una comunidad que sé que necesita de gente que quiera ayudar, que quiera dar un poco de su experiencia, un poco de sus conocimientos, para tener una generación que nos traiga muchos beneficios”, afirma.


Es igualmente evidente y elocuente el cariño que tiene a los niños que están a su cargo en dicha aula. “Tengo que decir que los niños son excelentes, los niños son niños y son el futuro. Todos los días me alegran, me reciben con un abrazo, me reciben con amor. Yo les doy amor para atrás y eso es lo que ellos necesitan”, subraya.

El joven explica que trabaja con 20 niños, la mayoría de ellos de cinco años, pero con algunos de seis y tres años también.

No oculta tampoco su entusiasmo con lo que está pasando en esta escuela con el sistema Montessori y la contribución que puede hacer allí.

“Yo empecé el año pasado. Yo llegué a una escuela que estaba en proceso de cambio, que ya tu podías notar la diferencia y como van respondiendo al método. Puedo decir que este año entiendo que la escuela ha tomado un paso más porque veo mucha unión entre los maestros, entre los padres, entre los mismos estudiantes, que es muy bueno y entiendo que el método se ha estado implementando muy bien”, asegura Acevedo Gándara.