Hay momentos en que los políticos parecen desempeñarse en un ring de boxeo, especialmente cuando los mueve la política partidista, sin percatarse  que esas escenas bochornosas, como las protagonizadas por el alcalde del Partido Nuevo Progresista (PNP) Enrique “Quique” Questell, y el representante del Partido Popular Democrático (PPD), José "Pito" Torres, provocan vergüenza ajena y no son ejemplo para los ciudadanos que representan.

No es la primera vez que se dan estos choques entre políticos. El representante alega que  el alcalde  lo agredió y el alcalde rechaza que así ocurrieran las cosas.

Es de esperarse  que en la medida que se vayan acercando los comicios electorales, se susciten otras situaciones dignas de ser repudiadas.

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Golpes memorables

Mientras se dilucidan estos conflictos poco edificantes en los tribunales, podemos recordar otras situaciones "memorables".

La más dramática ocurrió el 2 de febrero de 2008, cuando el banquero Raymond Molina le asestó un puño en el ojo a Carlos Romero Barceló, por un comentario que hizo sobre  el presidente  George W, Bush, que no fue de su agrado.

En junio de 2011, el alcalde popular de Maunabo, Jorge Márquez Pérez, alegó que recibió una golpiza de parte de un exempleado municipal que se le acercó en un restaurante de Yabucoa.

En octubre 2010, el representante por el distrito 15 de Hatillo, Camuy y Quebradillas, Arnaldo Jiménez, fue agredido por el ex senador del distrito de Arecibo, Julito Rodríguez, mientras ambos participaban de un panel radial.  De acuerdo con Jiménez, el ex senador le lanzó una mochila al pecho y le tiró un puño, que logró esquivar, tras un candente debate político.

Otro incidente memorable fue el sucedido al ex gobernador del PNP, Luis Fortuño, el 29 de septiembre de 2009, en medio de una conferencia de prensa en Fajardo, cuando el  ciudadano  Roberto García Díaz, conocido como “Tipo Común”, le lanzó un huevo. "Tipo común” resultó convicto y cumplió prisión.