Varios legisladores del Partido Popular Democrático (PPD) se unieron como coautores de un proyecto de ley que propone la creación en Puerto Rico de una industria de producción de etanol mediante la siembra y procesamiento de la caña de azúcar.

La legislación, que crearía la “Ley para la Industrialización Agrícola”, fue presentada por los representantes Víctor Vassallo Anadón, Luis Raúl Torres Cruz, Javier Aponte Dalmau y el presidente de la Cámara, Jaime Perelló, y persigue la utilización de ese producto, mezclado con la gasolina, en los automóviles que circulan en el país.

La misma ordena al Departamento de Agricultura y la Autoridad de Terrenos que estudien la viabilidad e identifique terrenos donde se pueda sembrar caña para la producción de etanol y contempla además que, identificados los terrenos y los agricultores que laborarían en el proyecto, que sea la empresa privada la que se encargue de la producción del químico.

"El uso de la caña de azúcar para la elaboración del etanol se ha venido implementando en distintos países desde hace varias décadas," señaló Vassallo en conferencia de prensa en la que presentó la medida. 

"Es una fuente viable de combustible renovable que se produce en un sinnúmero de países desarrollados como países emergentes que ayuda a reducir el impacto ambiental asociado a los combustibles fósiles", añadió.

Destacó además que el uso de etanol, por ser más económica su producción, representaría una economía para los consumidores puertorriqueños.

La propuesta es para la utilización de 65,000 cuerdas de terrenos para una primera fase de siembra, en la que se produciría lo suficiente para alcanzar un 5% de concentración de etanol en el volumen total de la gasolina.

La producción iría en aumento en una segunda y tercera fase que utilizarían 131,000 y 197,000 cuerdas, respectivamente, y que producirían concentraciones de 10% y 15% de etanol en el volumen de la gasolina.

De lograrse esas concentraciones y la utilización masiva de la gasolina con esta adición de etanol, sostuvo Vasallo, las economías para el consumidor puertorriqueño podrían alcanzar los $77 millones en la primera fase, $153 millones en la segunda y $230 millones en la tercera.

El legislador fundamenta esa proyección en datos del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) según los cuales en el 2013 los consumidores gastaron $3,450 millones en gasolina cuando pagaron un precio promedio de $3.49 el galón.

Destacó que en Puerto Rico existen sobre tres millones de automóviles, lo que representa 0.75 vehículos por habitante, que es un promedio más alto que el de Estados Unidos.

Afirmó Vasalló que la eficiencia fotosintética de la caña de azúcar es la más alta entre todos los vegetales, que el uso del 10% de etanol reduce de 25% a 30% las emisiones de bióxido de carbono y que el “E-10” puede ser utilizado en los vehículos sin ninguna modificación.

“El proyecto fomentará el desarrollo económico e impactará la economía de diversas maneras; el dinero se queda aquí, crea empleos, es una fuente de ingreso para los agricultores y reducirá el costo de la gasolina a los consumidores, entre otras cosas", afirmó el representante Torres

“La Ley para la industrialización agrícola trae la visión industrial a la agricultura. Esto nos insertará en la industria de la producción de bioenergía y biocombustible, productos que se pueden elaborar aquí y ayudar a reducir los gastos energéticos en la Isla. Las fábricas que producen etanol a base de la caña de azúcar son autosuficientes, energéticamente hablando, utilizan el bagazo para crear vapor, mueven las turbinas y crean energía”, dijo, por su parte, el representante Aponte Dalmau.

En específico la legislación asigna al Departamento de Agricultura los estudios necesarios para determinar la viabilidad económica y ambiental de sembrar caña para producir energía renovable; identificar los agricultores capacitados y presentar un informe en 120 días con el mecanismo y la forma en que se establecerá la política pública sobre este tema.

Asigna, por otro lado, a la Autoridad de Tierras identificar los terrenos más adecuados para la siembra de la caña que será utilizada para este propósito y a la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI) la solicitud de propuestas a la empresa privada para establecer las operaciones para la producción de etanol en el país.