Luego del colapso del sistema eléctrico tras una avería en la Central Aguirre, en Salinas, muchos están hablando de privatizar la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), de cambiar a un sistema de generación de energía que no dependa de combustibles fósiles y de medidas renovables, pero eso, en el fondo, son solo alternativas que no resuelven a corto plazo la crisis que vive la corporación pública.

Ernesto Santiago, presidente de la Asociación de Jubilados de la AEE, indicó que “garantizar al 100% que esto no vuelva a ocurrir es inevitable, porque puede darse por falta de mantenimiento, como por mala operación, como pasó en el famoso ‘sopetazo’ hace 36 años”. 

Un problema de fondo, según expone también Santiago, es que “la AEE actualmente no tiene el personal, porque con la Ley 66 el 60%  de los empleados jubilados fueron del área técnica, con experiencia. Lo otro es que la compañía de Lisa Donahue (Alix Partners) dirige la autoridad, eso es una realidad, desde hace tres años y no ha permitido que se reclute personal. Gracias a Dios que no ha llegado un huracán, porque tampoco hay materiales en los almacenes”, sentenció.

¿Privatizar es opción?

“No, absolutamente no.  Lo que sí se podría hacer es crear una alianza público privada donde haya inversión de capital de los mismos empleados y el mismo  pueblo, pero no como hicieron antes o incluso como hicieron con el aeropuerto (Luis Muñoz Marín, ahora bajo la empresa mexicana Aerostar Airport Holdings, LLC). Pero no se puede descartar la empresa privada”, acotó.

A repensar 

La situación en Aguirre  propicia repensar cómo se distribuye la luz  y qué métodos alternos pueden adoptarse.

Efraín O’Neill Carrillo, profesor de ingeniería eléctrica en el Recinto Universitario de Mayagüez, explicó cómo funciona el sistema de una gran generadora. 

“Estos sistemas de potencia se diseñan para aguantar dentro de los parámetros razonables. Sin embargo,  hay eventos que son tan rápidos y es tan intensa la cantidad de energía que el colapso no se puede evitar… Ese fue el caso de Aguirre, que se salieron dos líneas de 230,000 voltios, lo más alto que se puede transmitir”.

O’Neill Carrillo estimó que el sistema no pudo soportar la demanda de electricidad y ocurrió el megaapagón. 

“Uno preferiría que hubiese un sistema de protecciones alrededor de la Isla, que vayan sacando menos gente de la red y se pueda ir restableciendo poco a poco, pero esto es lo más grave que puede pasar”, dijo.

Consideró que hay la posibilidad de operar pequeñas islas eléctricas, sistemas con su propia generación y almacenamiento o microredes, donde una empresa genera su propia electricidad y la suple a consumidores o, incluso, a la propia AEE, y sirve de “back up” a la corporación pública. 

Esa opción no contempla la privatización. “Lo que sí creo es que la infraestructura la podemos controlar y entrar en acuerdos con el sector privado que favorezcan al país”, dijo.

El modelo  incorporaría las fuentes de energía renovable (eólica, solar o de la producida por las olas del mar) como un complemento a las termoeléctricas, de manera que se reduzca la dependencia de combustibles fósiles y la red de electricidad esté diversificada para que, si se cae por un lado, se soporte por otro. 

“El mayor reto es el recurso humano. El reto principal es crear el diálogo para llegar a acuerdos hacia dónde queremos dirigirnos en el tema energético y debemos organizarnos como sociedad para forzar que se dé esa transición”, recalcó. 

Interioridades del sistema 

En su portal, la AEE detalla varios de sus atributos:

-Generación: La mayor parte de la energía que produce  se genera en cuatro centrales principales: Costa Sur,Complejo Aguirre, San Juan y Palo Seco. La capacidad instalada es de 5,839 MW. El 69% ciento de la producción es por petróleo.

-Transmisión: El sistema, que cuenta con 48 centros, se compone de 2,478 millas de líneas de transmisión de 230KV, 115KV y líneas de subtransmisión de 38KV. 

-Distribución: Las líneas de distribución suman alrededor de 31,446 millas aéreas y 1,723 millas soterradas. Parte de este sistema lo componen 293 subestaciones y 27 oficinas técnicas.