Tomó cerca de una hora para que el gobernador Ricardo Rosselló Nevares hablara por teléfono con el presidente del Senado Thomas Rivera Schatz, se reanudara la vista pública sobre nominados a cargos en el gobierno y tres preguntas para que la designada secretaria de Educación Julia Keleher volviera a encaminarse a ser confirmada.

Poco antes Rivera Schatz puso en jaque la nominación cuando le preguntó qué pensaba sobre permitir que varones usen uniforme de niñas si así lo sentía por su identidad de género y Keleher le dijo que no tenía una opinión específica sobre el asunto.

Tampoco dijo que le parecía la posibilidad del uso de baños en las cuelas según la identidad de género.

En un careo intenso el presidente del Senado le dijo que hasta que no diera respuestas categóricas no daría luz verde a su confirmación.

Keleher le pidió tiempo, un mes, para poder responderle conociendo bien la controversia.

Al regresar del receso, Schatz leyó la política pública sobre estos asuntos incluida en el Plan Para Puerto Rico, plataforma del Partido Nuevo Progresista, y le preguntó si estaba de acuerdo.

Keleher respondió alto y claro: “sí”.

“¿Y esa sería la dirección en que usted manejaría los asuntos en el Departamento de Educación?”, le cuestionó Rivera Schatz.

“Sí”, volvió a responde Keleher.

Entonces bajaron los ánimos y el presidente senatorial sentenció que habían quedado atendidas “las interrogantes que yo tenía”.

“Le agradezco su contestación y al señor gobernador que tomara la molestia de llamar porque sé que está muy ocupada. En lo que a mí respecta, duda aclarada”, enfatizó.