La crudita que ya nos está golpeando, el IVA que viene por ahí... y ahora esto: la posibilidad de más aumentos en precios por culpa de que las mercancías se están “aguantando” en los Estados Unidos. 

Todos los sectores comerciales de Puerto Rico están confrontando problemas con la importación de los productos  procedentes, principalmente, de  tres puertos de los Estados Unidos.

El arribo de la mercancía continúa retrasándose tras el cierre de Horizon, empresa marítima que movía el 30% de los productos que se supone entren al País.

El presidente de la Cámara de Mercadeo, Industria  y Distribución de Alimentos (MIDA), Manuel Reyes, dijo que el disloque mayor lo está sufriendo la importación de alimentos perecederos y la carga refrigerada, que no siempre encuentra espacio en los transportes que salen de Nueva Jersey-Filadelfia, Houston y Jacksonville.

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Alguna de esa carga se daña durante el proceso de embarque, lo que supone la pérdida de miles de dólares para el comerciante boricua.

“Horizon tenía barcos y ahora la empresa que la está sustituyendo en Nueva Jersey, Crowley, lo que tiene son barcazas, que se tardan más”, dijo Reyes, al destacar que ese tipo de transporte no es el más adecuado para la comida.

Mercancía que venía de Nueva Jersey también la están trasladando por tierra a Jacksonsville, Florida, y eso está  causando que aumente el  costo de las importaciones.

La transportación terrestre, explicó Reyes, ya había  aumentado de precio en Estados Unidos  por la escasez de camioneros, y eso complica aún más el panorama.

En Puerto Rico ya  se están viendo algunos productos más caros, aunque se  asegura que el alza es menor.

El atraso en la llegada de la comida también nos está perjudicando   porque los supermercados no se atreven a anunciar especiales sobre unos productos que no saben si van a llegar o no.  Si los anuncian y no aparecen, el Departamento de Asuntos del Consumidor  (DACO) los multa. 

Los restaurantes  también se están viendo afectados por la lentitud en el arribo de los suministros.

 El director ejecutivo de la Asociación de Restaurantes, Gadiel Lebrón, dijo  que las cadenas de restaurantes ya están experimentando tardanzas con sus pedidos a los Estados Unidos, los cuales realizan todas las semanas o, a lo sumo, cada quince días.  

El vicepresidente de los restaurantes Denny’s, Ricardo González, le indicó a este diario que ellos están haciendo “compromisos” con las navieras a más largo plazo para garantizarse su mercancía; que cuando se dio en diciembre la escasez de papas para freír -por la situación de la salida de Horizon y el paro en el puerto de Washington- ellos tuvieron “que mover las papas” a través de otros estados. 

Para los restaurantes es  importante que el problema de las importaciones se resuelva pronto y que se evite un disloque mayor durante el  periodo prenavideño. Eso también es lo que quiere el resto del comercio.

Iván Báez, presidente de la Asociación de Comercios al Detal, mencionó que megatiendas como Walmart son otro   sector que  experimenta los atrasos. 

La Asociación de Comercios al Detal y la  Cámara de Comercio  solicitaron ayer del   Gobierno que tome acción y  busque una exención temporal para Puerto Rico de las leyes federales de  cabotaje. De esa manera, la Isla podría usar barcos con matrícula no estadounidense, dijeron Báez y el presidente de la Cámara de Comercio, José M. Izquierdo Encarnación.

En cuanto a los aumentos en precios, Báez precisó que en estos momentos no se están viendo incrementos marcados, pero si la situación continúa “eso podría suceder”.

Puerto Rico tiene un problema serio de inventario de mercancías, pero la culpa no es exclusiva de las navieras.

El presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), Rubén Piñero, compartió con Primera Hora el resultado de una encuesta realizada entre sus socios, que revela que el 69%   enfrenta este tipo de dificultad.

El 27% mencionó que la falta de inventario se debe a la  tardanza en las importaciones, pero   otro 42%  contestó que no tiene dinero para adquirir mercancía;  que están  reduciendo sus compras.

Cabe destacar que Horizon, en parte, se va de Puerto Rico por causa de ese fenómeno: la merma en la compra de productos, situación que se agrava  por los  impuestos sobre la propiedad mueble.

“Un muchacho que es dueño de una cafetería que vende pollo me dijo que su suplidor no le pudo vender las aves y que se tuvo que  ir a comprarlas a un almacén, donde las venden más caras… Todos los problemas que inciden en los negocios,  a la larga, los paga el consumidor”, acotó Piñero.

Piden calma...

Todo el sector comercial advirtió que lo que está pasando con la carga marítima no es razón para que el pueblo se ponga nervioso y salga a comprar sin control. 

Eso, subrayaron,  sería lo peor que podrían hacer  porque se crearía una escasez artificial.

No estamos en una situación de  escasez de productos; van a llegar todos, se aseguró.

La directora ejecutiva de la Autoridad de los  Puertos, Ingrid Colberg, dijo que la semana que viene, con la llegada de un nueva barcaza de Crowley, las importaciones deben  normalizarse.

La otra compañía marítima, Sea Star, desde febrero cuenta con otras dos barcazas nuevas y Trailer Bridge ahora está viajando con sus barcos a toda  capacidad.

En cuanto a la carga internacional, Colberg informó que la compañía Luis Ayala Colón se va a encargar de  las cuatro líneas que tenía Horizon en ese sector.

Crowley y Sea Star también van a estar adquiriendo barcos nuevos: uno de Sea Star llegará en octubre y otros de Crowley durante el primer trimestre del año que viene.

“La situación la hemos estado atendiendo desde el principio. Estamos en un proceso de transición por la salida de Horizon”, sostuvo  Colberg.

La titular de los Puertos hizo hincapié en que el pueblo no  debe ponerse nervioso; que no hay por qué salir a comprar grandes cantidades de ningún producto.

Ayer, al  Gobierno también se le pidió que  ayude a sacar la carga de los muelles de Puerto Rico lo antes posible.

Las  barcazas llegan a horas impredecibles, y es necesario que haya personal del Departamento de Hacienda para “levantarla” en esos horarios.

Ahora mismo las gestiones para  sacar las mercancías de los Estados Unidos las está haciendo  los negocios de forma individual, presionando a las navieras, para que embarquen lo suyo. Ni el Gobierno de la Isla ni el de Estados Unidos se mete en eso.