Hace pocas semanas, las alarmas de los padres saltaron al conocerse detalles de un peligroso juego sexual que realizan los jóvenes en Colombia. Se trata del llamado "carrusel" o "ruleta", algo parecido a la popular e inofensiva "sillita musical", pero con la gran diferencia de que cuando se detiene la música, el hombre debe penetrar rápidamente a la mujer que tiene adelante sin llegar a eyacular, porque si lo hace pierde.

Existe además un nuevo foco de preocupación, en especial para quienes tienen hijos adolescentes: el denominado "slimming" o "tampodka", en otras palabras, la práctica de emborracharse con tampones empapados en alcohol. Según señaló el diario español ABC, la moda habría nacido en Estados Unidos y luego habría sido "exportada" a otros países, como Alemania y España, donde las jóvenes admiten abiertamente conocerla e incluso tener amigas que la han realizado.

¿En qué consiste? Para practicar el "slimming" sólo se necesita un tampón -de los que las mujeres utilizan durante la menstruación- y alguna bebida de alta graduación alcohólica (vodka, whisky o coñac) para empaparlo. Posteriormente, las jóvenes se lo introducen en la vagina -o el ano en el caso de los hombres- con el objetivo de sentir los efectos del alcohol de manera casi inmediata. Y lo logran, pero corriendo considerables riesgos.

"En las charlas que nosotros damos sobre el alcohol y los peligros de tomarlo antes de los 18 años, han salido preguntas sobre el 'slimming'. Las niñas lo han preguntado, concretamente. Entonces, eso me hace pensar que si ellos lo están preguntando es porque lo conocen y porque muy probablemente lo hagan", sostiene Guillermo Correia, jefe de Urgencia Escolar de Clínica Alemana, quien puntualiza que personalmente no le ha tocado atender a adolescentes que se hayan emborrachado mediante este método.

El médico explica que con esta técnica lo que ocurre es que, debido a que la vagina es un tejido "extraordinariamente" vascularizado, el alcohol pasa de forma masiva y directa hacia la sangre, y en consecuencia la persona se emborracha instantáneamente. "Es como tomarse media botella de vodka en tres minutos. (Los jóvenes) se van a curar igual, pero de esta manera (con el 'slimming') hay una absorción masiva (del alcohol)", señala.

"En el fondo, lo que estos jóvenes buscan es que se les apague la tele y queden fuera de onda. Ellos no toman por el placer de tomarse un trago, conversando, fumándose un cigarrillo o comentando un partido de fútbol. Lo que están buscando es llegar a la nota", añade.

El problema es que el emborracharse es el mínimo riesgo que corren los jóvenes que realizan el "slimming", ya que dependiendo de la cantidad de alcohol que absorban, pueden llegar al coma etílico. "Y del coma a la muerte está bastante cerca", advierte Correia.

"Cuando se tiene una cura violenta, obviamente la persona puede perder la conciencia y, cuando esto ocurre, puede aspirar un vómito, atorarse, e incluso caerse al suelo y pegarse, causándose un Traumatismo Encéfalo Craneano. Evidentemente, el caer en una intoxicación alcohólica que te lleve al coma, claro que puede derivar en una muerte", enfatiza.

Pero, emborracharse rápido no serían las únicas razones que tienen las jóvenes para practicar el "slimming". También piensan que al "consumir" alcohol a través de la vagina, evitarán que sus padres descubran que han bebido. "Eso no es cierto, porque de alguna manera la respiración y la sudoración exhalan el alcohol", descarta el médico, quien agrega que incluso el alcotest no podría ser engañado. "Puede salir un poco más bajo, pero va a salir", dice.

Asimismo, Guillermo Correia sostiene que otro argumento que utilizarían es que con este método ingerirían menor cantidad de calorías (100 ml de vodka, whisky y coñac tienen 121, 244 y 243 calorías, respectivamente). "Eso es absurdo", asegura el médico.

Daños en la vagina

Con la práctica del "slimming", las jóvenes también ponen en peligro su zona genital. "La vagina es extraordinariamente resistente a un montón de cosas, pero evidentemente que se pueden producir irritación y lesiones por el alcohol, o infecciones dependiendo del grado de suciedad que tenga el tampón o lo que están usando para introducirse", indica el médico.

Pamela Oyarzún, ex presidenta de la Sociedad Chilena de Ginecología Infantil y Adolescente (Sogia), coincide con esta perspectiva. "Básicamente el daño es por irritación. (El alcohol) es una sustancia irritativa que toma contacto con la mucosa vaginal y eso puede producir distintos grados de vaginitis, que se caracteriza por picazón, ardor, flujo con mal olor, etc.", puntualiza la especialista.

Asimismo, agrega que al estar irritada, la mucosa vaginal queda más desprotegida, lo que puede derivar en una sobreinfección con cualquiera de los gérmenes que normalmente se encuentran en la zona genital o, peor aún, en el contagio de una enfermedad de transmisión sexual.

"Si la irritación es muy intensa pueden producirse úlceras o heridas dentro de la vagina, las que hacen que sea mucho más fácil adquirir una enfermedad de transmisión sexual. Si una mujer tiene su vagina muy irritada y con úlceras, y tiene relaciones sexuales con alguien que es portador -por ejemplo- de VIH, es mucho más probable que se infecte que una persona que tiene la mucosa (vaginal) sana", explica.

Y aunque el mayor riesgo que tiene practicar el "slimming" es la reacción inflamatoria y alérgica que se produce a nivel de la vagina, tampoco se pueden descartar complicaciones que, aunque son poco comunes, eventualmente sí pueden ocurrir.

"Si el tampón -que es un cuerpo extraño- queda demasiado tiempo al interior de la vagina, la infección podría extenderse a nivel sistémico y ahí se puede producir una endometritis y terminar en una histerectomía, y desde esa perspectiva afectaría la fertilidad", advierte la ginecóloga.