Un año ha pasado desde que Anja Ringgren Loven encontró al pequeño Hope vagando desnudo, enfermo y hambriento por las polvorientas calles de la comunidad nigeriana en la que vivía. El niño, de solo dos años, estaba en pésimas condiciones luego de sus padres lo abandonaran a su suerte convencidos de que era un brujo.

Anja, una voluntaria de caridad, le ofreció agua y comida, y lo trasladó a un hospital para que fuera tratado. Una vez dado de alta, la mujer llevó a Hope a vivir a la fundación que dirige y que ayuda a los pequeños africanos que son rechazados por sus familias. Allí el niño prácticamente renació.

Actualmente, Hope es un niño saludable, que goza de la vida y que hasta va al colegio, tal como lo ha mostrado Anja en su página de Facebook.

"El 30 de enero de 2016 fui en una misión de rescate con David Emmanuel Umem, Nsidibe Orok y nuestro equipo nigeriano. Una misión de rescate que se hizo viral y hoy se cumple exactamente un año de que el mundo conoció a un pequeño niño llamado Hope. Esta semana, Hope comenzará a ir al colegio", escribió Anja.

Anja también ha publicado varios vídeos que dejan en evidencia la asombrosa recuperación de Hope. Bailando, disfrutando de la playa o jugando con otros niños, hoy el pequeño parece haber dejado atrás la traumática experiencia que le tocó vivir.